El Vega , el José Luis, el Barbas, como ustedes le quieran llamar, fue un icono de la Semana Santa de Hijar, durante muchos años.
Su barba negra tenia magia, embelesaba a los niños, admiraba a los visitantes, contagiaba al grupo y la procesión se agigantaba. Sus manos ensangretadas, captaban los flases de los fotografos, su forma de golpear el bombo traspasaba fronteras, al tiempo que la Semana Santa iba consiguiendo reconocimientos.
Su silueta alargada , siempre estaba en las primeras filas, detras de la Cruz Guión, los tambores y los bombos lo buscaban, el se agigantaba , la procesión se apuntalaba y los visitantes se apiñaban, admirados y entusiasmados.
Después de él , casi nada fue igual, apareció tenue el otoño semanasantero , pero su silueta quedo para siempre en nuestras calles y su recuerdo estará siempre entre nosotros .
Autor : eshijar.
Merecido homenaje al Jose Luis el Vega. Porque fue un referente, y no solamente cuando llegaba la Semana Santa. Era un bohemio que siempre que llegaba al bar Las Palmeras, como el Piyayo de la poesía, vaciaba sus bolsillos que os traía llenos de caracoles de invierno, y en la estufa de la Gaspara, los asábamos y aún cuando soltaban unos mocos verdes, les poníamos una pizca de sal y los comíamos, y puedo asegurar que era un bocado exquisito. Me uno al recuerdo tan bonito que has dibujado en tu escrito
ResponderEliminarMe uno también a ese homenaje.
ResponderEliminar