Con la entrada del otoño, el sol ilumina varios días seguidos el rostro de la imagen. En verano se da este fenómeno en la virgen del santuario
El equinoccio de otoño pudo verse de una manera muy especial en Alcañiz y, más concretamente, en la ermita vieja. Los días 22 y 23 a las 9.00 el haz de luz del sol se posó sobre el rostro de la virgen de Pueyos y, aunque las mediciones indican que también sucede el 21, en esta ocasión no pudo contemplarse debido a la presencia de nubes. Durante esas tres mañanas, el sol atraviesa una ventana circular que hay frente a la imagen, se proyecta en la pared y va bajando hasta centrarse en el rostro.
Al igual que con el solsticio sobre la virgen del Santuario, Julio Moreno se ocupa de los cálculos desde hace años. Destaca que si se saca la talla para la participación en diferentes actos a lo largo del año, es importante volver a dejarla en el punto exacto porque si no, el rayo no ilumina de la misma forma. Para ello, y con el fin de facilitar esta labor, se van a colocar unas marcas. Asegura que nada es casual, ya que «los templos se construían con una determinada orientación». Otra cosa es, que con el paso de los años, los entornos cambien con la construcción de edificios o la plantación de árboles.
En este caso, la ermita data del siglo XII y desde la concejalía de Patrimonio del Ayuntamiento, Carlos Andreu incide en la importancia de dar realce a estos hechos, tanto en el caso del equinoccio en la ermita vieja como del solsticio de verano, el asoleo que se vio este verano en el santuario de Pueyos. Pueden resultar de interés para la ciudadanía como ya sucede en otras poblaciones vecinas, donde atrae a numeroso público.
Fuente : www.lacomarca.net
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