martes, 26 de marzo de 2024

EL ENCUENTRO. Autora : Teresa Rubira Loren.

 



En los porches de la Villa, dos almas se han encontrado.

El Nazareno y su Madre, con semblantes enlutados.


Pasión, que Pasión camina, en un Híjar de Calvario,

donde los Pasos se mecen, sobre los hombros cansados.


El compás de las trompetas , un sendero va trazando,

          para vestir de agonías, su recorrido sagrado.


Y allí se acerca María, ¡deshecha de puro llanto!


Con su Amargura recorre, cada esquina, cada barrio,

a la espera de un Encuentro, ¡al deseo de ayudarlo!

A retener en  su alma, el Rostro Santo, grabado.


Puñales lleva en el pecho. ¡En la garganta, un quebranto!

Y la noche, estremecida, cubre a los dos con su manto.


Él, coronado de espinas, la mira con tal desgarro,

que un mar de lágrimas corre,  por el Rostro Inmaculado.


“No llores, Madre” —le dice, su Cristo, roto y cansado,

y la Virgen, en su pena, suplica, ¡y tiende las manos!


“Jesús, mi Jesús”— susurra— ¡Dame tu cruz!, ¡yo la cargo!

No será peso más grande, que un Hijo crucificado”.


Por la calle brillan perlas, de cirios  procesionados.


Lágrimas son, de una Madre. ¡Dolorosa la llamamos!


Autora :  Teresa Rubira Loren.




2 comentarios:

  1. Preciosa poesía, estremecedor Encuentro!.

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  2. Prima, las lágrimas de la Virgen, al corazón me han llegado, preciosa poesía y consuelo para tantos.

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