sábado, 15 de julio de 2023

LOS SABADOS POESIA : La paz del sendero. Autor : Ramon Perez de Ayala.

 



Periodista, poeta y escritor español, Ramón Pérez de Ayala nació en Oviedo el 9 de agosto de 1880. Está considerado uno de los grandes escritores en lengua castellana de la primera mitad del S.XX.

Miembro de la RAE desde 1928.  Su obra abarca poesía, de la que destacaría la Trilogía del Sendero (1903-1921), el ensayo -Hermann encadenado (1917)- y la narrativa, AMDG (1910) o Tigre Juan y el curandero de honra (1926).

Pérez de Ayala siempre hizo gala de un fino humor y una actitud de desafío ante el lector, bien por el hondo calado de sus referencias culturales y filosóficas o bien por ese sarcasmo que engañaba sobre sus verdaderas intenciones.

Ramón Pérez de Ayala murió en Madrid el 5 de agosto de 1962.




LA  PAZ  DEL  SENDERO .


Con sayal de amarguras, de la vida romero,

topé, tras luenga andanza, con la paz de un sendero.

Fenecía del día el resplandor postrero.

En la cima de un álamo sollozaba un jilguero.


No hubo en lugar de tierra la paz que allí reinaba.

Parecía que Dios en el campo moraba,

y los sones del pájaro que en lo verde cantaba

morían con la esquila que a lo lejos temblaba.


La flor de madreselva, nacida entre bardales,

vertía en el crepúsculo olores celestiales;

víanse blancos brotes de silvestres rosales

y en el cielo las copas de los álamos reales.


Y como de la esquila se iba mezclando el son

al canto del jilguero, mi pobre corazón

sintió como una lluvia buena, de la emoción.

Entonces, a mi vera, vi un hermoso garzón.


Este garzón venía conduciendo el ganado,

y este ganado era por seis vacas formado,

lucidas todas ellas, de pelo colorado,

y la repleta ubre de pezón sonrosado.


Dijo el garzón: -¡Dios guarde al señor forastero!

-Yo nací en esta tierra, morir en ella quiero,

rapaz. -Que Dios le guarde. -Perdiose en el sendero...

En la cima del álamo sollozaba el jilguero.


Sentí en la misma entraña algo que fenecía,

y queda y dulcemente otro algo que nacia.

En la paz del sendero se anegó el alma mía,

y de emoción no osó llorar. Atardecía.



Autor :  Ramon Perez de Ayala.

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