Los paros afectan a traslados para rehabilitaciones, consultas y pruebas funcionales no imprescindibles.
En las primeras dos semanas de huelga se han suspendido más de 250 servicios del transporte programado que dependen del Hospital de Alcañiz, según fuentes del sector. Además, hay demoras en las salidas de planta «de un día para otro». La huelga indefinida apoyada por los sindicatos UGT, CSIF, SCS, CGT y CC.OO., que comenzó el pasado 16 de enero y que cuenta con unos servicios mínimos, ya ha tenido las primeras afecciones sobre la población. El servicio en el transporte programado se mantiene en un 80% de actividad, a diferencia del transporte urgente, que se mantiene al 100% de la actividad, dado el carácter urgente del 061.
En el caso del transporte programado, en circunstancias normales en el sector sanitario de Alcañiz se realizan en torno 1.500 servicios mensuales. A nivel provincial la actividad asciende a 3.100 en la misma acotación temporal. Con la aplicación de los paros, en la actualidad se anulan en torno a 25-30% de los servicios no imprescindibles, mientras en las salidas hospitalarias hay demoras en torno a un 15%. Con los servicios mínimos se mantienen activos en el Hospital de Alcañiz, tres dispositivos durante las mañanas, uno por la tarde y otro por la noche. Con base en la capital bajoaragonesa, en total operan 11 dispositivos cubriendo diferentes turnos. En los paros aplicados este viernes, 4 ambulancias permanecerán inactivas.
El transporte programado facilita el acceso a los centros hospitalarios a alrededor de 200 ciudadanos del mundo rural con malas comunicaciones de transporte público para acceder a Alcañiz o Zaragoza. «No solo los llevamos, también acompañamos a las consultas, pruebas e ingresos. Nos preocupamos por ellos. Somos personas que cuidamos de personas», recalcaron los trabajadores del sector, que realizan un servicio muchas veces «olvidado». Ellos mismos han querido hacer públicos los datos, para dar cuenta de la importancia del transporte programado en el medio rural, donde muchos pacientes requieren de estos dispositivos para acudir a consultas o rehabilitaciones, además de pruebas funcionales y otros servicios imprescindibles. Tal como denunciaron los efectivos, las «malas condiciones laborales» los ha llevado a aplicar la huelga, aunque en todo momento se mantienen los servicios mínimos asegurados.
En este sentido solo se están ejecutando servicios de diálisis, tratamientos oncológicos, traslados interhospitalarios, altas de planta y urgencias, pruebas funcionales, además de otras consultas relacionadas con tratamientos incluidos dentro de los servicios mínimos. El resto de servicios como rehabilitaciones, consultas y pruebas que no sean urgentes, son los que sufren las afecciones. Por ejemplo, afecta a pacientes que llevan esperando incluso más de cuatro meses una consulta, una resonancia o un TAC. Generalmente, se trata de personas que no tienen movilidad.
«Respaldados»
Los trabajadores del transporte programado dicen sentirse «respaldados» por el «apoyo y comprensión» que reciben a diario por parte de los ciudadanos y lamentan que «la precariedad laboral», les haya obligado a realizar los paros. «Sentimos mucho no poder ofrecer un mejor servicio», insisten. Es por ello que piden al Gobierno de Aragón, y concretamente a la Consejería de Sanidad, «buscar soluciones y negociar con los trabajadores». Temen un «conflicto largo» que afectará a muchos ciudadanos. Por su parte, fuentes del Salud, insisten en que la negociación del convenio colectivo compete a empresa y trabajadores y que el ejecutivo permanece «vigilante» ante la evolución del conflicto, confiando que se solucione lo más rápido posible con la entrada de la nueva adjudicataria del transporte urgente, que tiene que formar parte de la mesa de negociación.
Los trabajadores del transporte programado así como los del 061 piden la negociación de un convenio que equipare los salarios «al coste actual de la vida». En febrero de 2022 se firmó un preacuerdo entre la patronal y trabajadores, que fue rechazado por la Consejería de Salud, quedando enquistado en los tribunales, tal como recordaron.
El hecho de que no haya una misma empresa gestora en el transporte programado y urgente, dificultan los «acuerdos puntuales», denuncian desde el sector del transporte programado. Mientras el transporte urgente empieza este mes de febrero un nuevo contrato con Ambulancias Tenorio, al programado aún le queda dos años de gestión con Transalud. «Entre que entra Ambulancias Tenorio, se forma la mesa de las dos empresas y se ponen a negociar, a nuestra empresa ya le queda un año. Esto dificulta mucho que haya un convenio. Es una de las pocas autonomías en que esto sucede», destacan los afectados.
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