lunes, 26 de septiembre de 2022

Antonio Martínez, médico rural en Albalate: «He aplazado mi jubilación ante la falta de médicos en el medio rural». Autora : Camila Ortiz.

 





ENTREVISTA. Natural de Zaragoza, el profesional lleva más de dos décadas ejerciendo en el pueblo del Bajo Martín, desde donde reivindica la importancia de la medicina.

Antonio Pablo Martínez, natural de Zaragoza, ejerce desde hace más de dos décadas como médico en Albalate. Desde la capital se desplaza cada día hasta su puesto de trabajo en el pueblo del Bajo Martín, donde durante estos días disfrutará de las fiestas en honor a la Virgen de los Arcos tras haber ejercido su papel como pregonero este viernes. Comprometido con su profesión, Martínez ha prorrogado su jubilación para seguir ejerciendo ante una de preocupación que comparte con el resto de compañeros, la falta de médicos en el medio rural.

El profesional de la salud asegura seguir «enamorado de la medicina rural». Tras 22 años ejerciendo en Albalate, defiende que la atención que se le puede otorgar al paciente ofrece una visión mucho más cercana y personalizada a comparación de las distancias que se mantienen en una consulta ubicada en el medio urbano.

¿Cómo compagina un médico rural no vivir en el pueblo en el que ejerce su profesión?

En realidad, lo único que me lleva tiempo es el viaje, y tampoco es algo que suponga una carga pesada porque vengo con otros compañeros. Pero por encima de eso, que al final es lo que valoro, es que con mi profesión aquí, en el medio rural, puedo conocer a mis pacientes a fondo. No solo a ellos por individual, sino también a su familia, sus amigos, dónde vive… Es lo que marca la diferencia con el medio urbano, donde esto sería mucho más complicado. Y también los motivos que han hecho que hasta en tres ocasiones haya rechazado una plaza fija en Zaragoza. Siempre he preferido la medicina rural. Aquí tenemos una visión global que reivindico y que debemos valorar.

¿Qué significa Albalate para usted?

Aunque no tuve la suerte de nacer aquí, para mí es un hogar. Toda mi vida laboral, menos un total de 57 días, se ha desarrollado aquí. Siempre ha tenido un vínculo emocional con Albalate, porque incluso antes de venir a trabajar aquí ya tuve una relación muy estrecha con muchos de su población. No solo por sus vecinos, este es un sitio espectacular para vivir, con una calidad de vida que da envidia. Yo siempre digo que si no conoces algo no puedes valorarlo, y pueblos como este y el medio rural en sí es algo que merece la pena conocer. Quien no lo ha hecho nunca no puede darse cuenta de todas las cosas buenas que tiene, y para los que lo conocemos es imposible no enamorarnos de él.

Se anunció su jubilación hace algunas semanas, ¿le preocupa que el relevo no llegue?

De hecho, en teoría tendría que estar ya jubilado. Pero ante la falta de médicos que existe en el territorio y hablándolo con mi mujer decidí seguir prorrogando esta retirada, aunque ya veremos hasta cuándo. No me gustaría que el puesto quedara vacío, y menos después de haber vivido casos así en pueblos cercanos. Por ejemplo, en un pequeño pueblo de aquí al lado el único médico que ejercía se jubiló y estuvieron año y medio sin que nadie ocupara su plaza. Entretanto tuvimos que ingeniárnoslas para que los pacientes pudieran seguir siendo atendidos, aunque era complicado porque no podíamos estar más de dos o tres horas, y el seguimiento en los pacientes crónicos no era el mismo que en otras condiciones.

La falta de médicos es una problemática que sigue creciendo.

Desde luego. Y además es un problema que preocupa mucho porque en el panorama en el que nos encontramos actualmente, donde esta falta parece que no deja de aumentar, tampoco parece haber una solución fácil. Es algo que se siente especialmente por la población que lo sufre. Ya veremos que puede hacer la administración.

Ha sido siempre el médico y ahora también el pregonero de fiestas. ¿Qué significa para usted?

Demasiado emocionante. La noticia llegó a mi por sorpresa. Yo no soy ningún deportista con muchos logros, ni ningún artista premiado, tan solo un médico rural que ha tenido la suerte de tener a los vecinos de Albalate como pacientes. Siempre he intentado cumplir con mi profesión de la mejor manera posible, y la muestra de cariño que he recibido y recibo en mi día a día consigue que me sienta un vecino más.


Fuente :  www.lacomarca.net

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