Esta semana, en nuestra sección de " Una fotografía con su historia ", les mostramos el " camino de la sardina " que servia para llegar hasta la Ermita del Carmen. Las personas que trabajaron en su construcción, se les pagaba un trozo de pan y una sardina. Era una senda estrecha que en que solo cabian como mucho dos personas. Las filas para las procesiones eran inmensas, y era una senda muy recta .
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