La Universidad CEU San Pablo de Madrid ha hecho el análisis del producto recuperado por la familia Bielsa Pons y ha conseguido la patente nacional junto a Biocosmética La flor del azafrán de Vinaceite
Con la obtención de una pantente nacional culmina por el momento una exhaustiva investigación en torno a la flor del azafrán que se cultiva en Vinaceite y que prueba sus beneficios más allá del alimentario usando los biorresiduos. En concreto, se ha obtenido una combinación de principios que con el extracto de la flor cubre todas la necesidades de la piel. En los laboratorios de la Facultad de Farmacia de la Universidad CEU San Pablo de Madrid se ha probado el efecto antioxidante y dermoprotector de los extractos de flores de azafrán que ayudan a combatir el envejecimiento celular y los radicales libres que causan el estrés oxidativo.
Esta patente la han conseguido las doctoras Dolores Muñoz y Nuria Acero del Grupo de Investigación de Productos Naturales, junto a Eva Bielsa Pons, de la empresa Biocosmética La flor del azafrán de Vinaceite. «Su padre había recuperado el cultivo tradicional de azafrán ecológico y mediante un antiguo alumno contactó y nos trajo para su análisis muestras de restos florales que desechaban. No dudamos en ayudarles por si podíamos encontrar una utilidad para estos biorresiduos», explicaron.
Fue en casa de los Bielsa Pons en Vinaceite donde decidieron hace unos años recuperar un cultivo tan antiguo como el del azafrán y al que antaño se dedicó tanta gente en el pueblo. Formaba parte de la economía familiar y sus buenos rendimientos ayudaron a comprar tractores para seguir en el campo. «Resulta paradójico porque la maquinaria mató este cultivo que requiere de un cuidado a mano», dijo Eva Bielsa. Se trata además de una planta muy singular ya que necesita unas condiciones específicas y no crece en cualquier clima o altitud. Ahora, una vez que decidieron recuperarlo, sólo son ellos los que cultivan azafrán en suelo de Vinaceite. «La ventaja es que al ser zona muy seca produce menos pero con las propiedades concentradas, de mucha calidad». Recuperar el cultivo tenía la finalidad de encontrar más usos. «Se la conoce sólo por ser colorante y es algo que me indigna muchísimo porque es una de las flores que más propiedades posee», dijo Eva Bielsa.
Los cosméticos ya están en el mercado y, aunque pronto se podrá adquirir en comercios físicos, su venta de momento es online en la web de Biocosmética La flor del azafrán. «Estamos agradecidos a la universidad por poder compartir la pantente para seguir produciendo en exclusividad y estamos muy contentos porque hemos conseguido un reto que nos marcamos», comenta.
Homenaje a una generación
Fueron sus padres Teresa Pons y Antonio Bielsa, de 86 y 85 años respectivamente, quienes le transmitieron el amor por el campo a Eva. Tiene muy presente el recuerdo de las tardes de otoño a la salida de la escuela con los mayores sentados en las mesas llenas de flores. También recuerda contemplar cómo se desechaba en grandes cantidades la flor una vez hecha la extracción de la preciada especia.
«Sobre todo estoy feliz por mis padres. Este proyecto es un homenaje a ellos y a toda esa generación silenciosa, trabajadora y sacrificada que nació en medio de una guerra y a la que le debemos nuestro bienestar. Tenemos que conservar y recuperar su manera de hacer y cuidar de la tierra, que es la casa de todos», concluyó.
Fuente : www.lacomarca.net
Nuestra más sincera enhorabuena a la familia, Bielsa - Pons, de sus conocidos de Hijar, los calandinos, en especial de nuestro padre Antonio,
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