Durante aquellos dorados años de escuela, y en la planta baja del colegio, un pequeño escenario era testigo de las actuaciones navideñas, ensayadas durante todo el curso; entre ellas, la danza del vals “Danubio Azul”. Con nuestras faldas de tul blanco, salíamos nerviosas e ilusionadas, haciendo las delicias de nuestros padres, abuelos, y familia. Del juego de luces se encargaban las monjicas y las mayores, alternando papeles de caramelo en las bombillas, con lo cual se conseguía un colorido precioso: azul, rojo, verde, amarillo, naranja...
Esos momentos entrañables, y ese vals, se iban quedando para siempre en nuestros corazones.
Cuando crecí un poco, comencé a tener un sueño obsesivo e inalcanzable: Viena y su mítico Danubio.
Pasaron los años y, un primero de enero, creo que del 85, me encontré delante del televisor, bien mudada, escuchando el famoso concierto de Año Nuevo, interpretado desde la Sala Dorada del Musikverein. Previamente habían hecho un maravilloso reportaje de la ciudad, del edificio, del río... ¿La música de fondo? No es difícil de adivinar.
Y así, cada Año Nuevo, durante mucho tiempo, repetía la escena en mi casa mientras soñaba...
Pero un buen día, tuve la suerte de despertar en el mismo corazón de Viena. Quizá como un premio a tanta espera, me reservaban tres grandes sorpresas: recorrer la espectacular ciudad, un crucero por el inmenso Danubio, y un concierto en la mítica Sala Dorada del Musikverein (donde no falto mi vals).
En aquel momento de suma emoción y lágrimas incontenidas, cerré los ojos y pude ver el pequeño escenario de la escuela, la luz que cambiaba con los papelicos de colores y se reflejaba en los ojos ilusionados de nuestras familias, y las intensas notas del vals, interpretadas al piano por las alumnas, y dirigidas de cerca por sor María Siches... ¡Todo era grande, y todo se había fundido! No puedo expresar lo que sentí, pero estaba muy cerca de la felicidad completa.
Hemos llegado al 2021. Creo que no hay que perder la esperanza, porque algunos sueños sí se cumplen...
¡Feliz Año Nuevo!
Autora : Teresa Rubira.
Ojalá que sí, que el nuevo año que comienza se hagan realidad todos nuestros sueños.
ResponderEliminarMil gracias a tí, y a todas las personas que con sus palabras consiguen hacernos recordar instantes importantes de nuestras vidas.
Siempre hay que caminar hacia adelante, pero nunca hay que olvidar todo lo que nos ha hecho llegar hasta aquí.
Feliz Año Nuevo
Como si estuvieras en el escenario de la escuela, hoy prima te aplaudo, desde el patio de butacas (sillas) y te imagino bailar de pequeña en ese escenario que, creo no haber pisado nunca.
ResponderEliminarLo he recordado, todo desde abajo.
Besos y FELIZ 2021