No. Ni puedo, ni la quiero olvidar, porque en esa torre se han dado las Navidades más hermosas de mi infancia. Y, si en la inocencia del mundo reinaba un niño, nosotras nos creíamos reinas y dueñas de todo cuanto nos rodeaba.
Porque, a ver, ¿quién no recuerda esos momentos mágicos de fuego bajo, nieve, frío, abundante familia y risas? ¿Aquellas torticas de cascallo con chocolate de tierra, y flan chino El Mandarín, con leche de la cabra? ¿Aquellos bancos de madera con edredones de rayas, y la radio sobre una tableta tocando villancicos? ¿Aquella muñeca sospechosamente repetida año tras año, pero con distinto vestido?
Creo que a la infancia se vuelve siempre, porque es nuestro arsenal, ese del que echar mano cuando las cosas de adulto van mal dadas, o los problemas nos acucian.
Esta Navidad va a ser claramente diferente, sí. Un virus nos ataca y nos reta, pero no va a impedir que, como otras veces, la noche del veinticuatro suba con el candil encendido las escaleras de mi torre, y abra el baúl donde se guardan los maravillosos recuerdos que sostienen ilusiones sin precio. En él encontraré de todo: gafas de mis padres, delantales de mis abuelas, marcos para mirarlos en blanco y negro, viejas enciclopedias, el plumier de la escuela, y hasta el pucherico donde calentaban el agua para las bolsas de goma.
Ya no hay torre, cierto, ni foto de nuestras cenas navideñas. Tampoco las que recojan el momento en que fui parte del Belén Viviente en los arcos de la Plaza de la Villa, pero sé que desde algún cabezo del cielo, y con la mejor de sus sonrisas, los nuestros anuncian que la vida sigue, que necesitamos tener esperanza, y que seamos buenos, porque los Reyes Magos van a llegar cargados de vacunas para todos.
Autora : Teresa Rubira.
👏👏👏
ResponderEliminarGracias por recordarnos esas navidades que nos hicieron felices, haya sido en una torre o en cualquier casa de cualquier pueblo. Esas navidades en las que rodeados de nuestros seres queridos nos sentíamos seguros y queridos. Feliz Navidad
ResponderEliminarPero que bonita, un abrazo y feliz Navidad para todos. Beatriz Ferrer
ResponderEliminarQué entrañables recuerdos!!! Ahí quedarán perpetuos en el corazón.
ResponderEliminarUn recuerdo vivo de los que nos quedamos en el pueblo y no huimos a la comodidad de las ciudades, y que gracias a los pueblos tenemos Salud y fuerza.
ResponderEliminarLa infancia es ese tiempo feliz que nos marcó a todos. Qué agradable es volver a ella, aunque sólo sea por un momento. Tus palabras nos la hacen recordar de una manera tan viva que nos parece que volvemos a ser pequeños. Gracias.
ResponderEliminarRecordando nuestros recuerdos, nos llena de felicidad durante ese momento en el cual pensamos y, sobre todo en las Navidades, nuestro abuelos, nuestros padres, tíos y primos, todos reunidos en una misma casa, sean de una parte o de otra, ¡¡juntos!! prima
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