Estas semanas se está viviendo desde los hogares y los hospitales una situación sin precedentes en el sistema sanitario español. La irrupción de este nuevo coronavirus, altamente contagioso y con capacidad para producir cuadros graves, ha obligado a la población a confinarse en sus casas y ha puesto al sistema de salud al límite de su capacidad asistencial. El hospital ofrece otro punto de vista de la situación reservado para unos pocos, por eso queremos compartir cómo se vive la pandemia desde el Hospital Clínico Lozano Blesa, en Zaragoza.
Elena Murlanch (Híjar), como residente de segundo año, realiza guardias en Servicios de Urgencias y Medicina Interna. Como el resto del Hospital, ambos Servicios se han reorganizado para adaptarse a esta excepcional situación.
En el Servicio de Urgencias, se han creado dos circuitos independientes en función de si existe o no sospecha de Covid-19. A su vez, en cada guardia el personal médico nos dividimos en una u otra zona con el objetivo de minimizar el riesgo de contagio y economizar los equipos de protección individual. En este sentido, llama la atención la reducción en el número de visitas a Urgencias por el resto de patologías, lo que nos hace reflexionar sobre el adecuado uso de la Sanidad en el día a día.
En lo que respecta a las guardias de Medicina Interna, se ha ampliado la plantilla de personal médico de Guardia y nos dividimos también en grupos de trabajo para garantizar una mayor eficiencia. Personalmente, considero que uno de los mayores problemas con los que tienen que lidiar los pacientes y sus familiares es la imposibilidad de visitas a los enfermos. De manera que el personal sanitario juega un importante papel como medio de transmisión».
Daniel Meseguer (Alcañiz) es residente de tercer año de Cardiología, y aunque no ha estado en contacto directo con el Covid-19 sí se ha visto afectado por la reestructuración. Todos los hospitales, incluido el Clínico, han tenido que reorganizarse para atender a la avalancha de pacientes con cuadros moderados-graves de coronavirus. Gracias a una serie de medidas, como la suspensión de pruebas diagnósticas y revisiones de enfermos crónicos, la creación de áreas específicas destinadas a descargar trabajo de la UCI y al apoyo de personal de otros servicios en las plantas de Medicina Interna e Infecciosas, se ha podido garantizar la atención a centenares de pacientes (infectados y no infectados), así como las pruebas y tratamientos que cada uno de ellos merece y necesita»
Recomendaciones de protección
Es importante que las personas entiendan cómo se transmite el virus para saber protegerse a sí mismas y a sus familiares. El coronavirus viaja en las gotas «grandes» que el paciente infectado expulsa al hablar, toser, estornudar… Esas gotas no se quedan suspendidas en el aire, sino que caen al suelo por gravedad, donde pueden contaminar ropa, superficies y otros objetos. El contagio se produce cuando una persona sana toca esas superficies con las manos y luego se las llevan a la cara o a la boca.
Mascarillas: La principal medida de protección frente a contagios son las mascarillas, pero, ¡ojo!, no actúan evitando que inhalemos el virus, sino sirviendo de «pantalla» de esas gotas grandes para que no contaminen el entorno. Es decir, llevarlas no nos protege a nosotros de los demás, sino a los demás de nosotros mismos, por lo que debe llevarlas el paciente enfermo (no obstante, se ha visto que las personas infectadas asintomáticas también pueden contagiar, por eso Sanidad ha extendido la recomendación para que todos las llevemos por la calle). Es suficiente con una mascarilla quirúrgica convencional o de tela que tape tanto la boca como la nariz para lograr la protección deseada, no hacen falta mascarillas avanzadas.
Lavado de manos: El lavado de manos frecuente y exhaustivo (1 minuto, generando mucha espuma) es la medida más eficaz para disminuir el contagio en las personas sanas, ya que destruye las partículas del virus que hayamos podido tocar por contaminación del entorno. No recomendamos el uso de guantes.
Lavado de manos: El lavado de manos frecuente y exhaustivo (1 minuto, generando mucha espuma) es la medida más eficaz para disminuir el contagio en las personas sanas, ya que destruye las partículas del virus que hayamos podido tocar por contaminación del entorno. No recomendamos el uso de guantes.
Distancia: Por último, cuando se levante el aislamiento será importante mantener una distancia social e higiene adecuadas: las gotas grandes con las que contamina el enfermo no viajan a dos metros de éste, sino que permanecen en su ropa o alrededores por su tamaño. Esto significa que se necesita un contacto estrecho para facilitar el contagio, por lo que limitar el contacto con gente sintomática y una limpieza cuidadosa y frecuente de superficies reducirá mucho el riesgo.
Por último, no podemos terminar nuestro «diario» sin agradeceros todos los gestos de gratitud y reconocimiento que, día tras día y sin fallar una sola vez, nos dedicáis. Resulta muy emotivo y reconfortante escuchar vuestros aplausos cada tarde, sabiendo que proceden de personas que están haciendo el enorme esfuerzo de permanecer en sus casas sin salir para contribuir a reducir la propagación del virus. El aislamiento es la mayor ayuda que podemos recibir por vuestra parte y ya se está haciendo notar en los hospitales, por lo que esos aplausos son también para vosotros. Muchas gracias.
FUENTE :www.lacomarca.net
Muy valientes estos jóvenes que tanto hacen por la sociedad. Un hurra por ellos.
ResponderEliminar¡Nuestro cariño y agradecimiento, valientes!
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