Recordar eventos meteorológicos acontecidos hace muchos años es siempre un buen ejercicio de nuestra -frecuentemente traidora- memoria. No es nada fácil el determinar si tal o cual episodio de frío, nieve o inundaciones sucedió en un año en concreto, o en el anterior o en el sucesivo. A veces, sólo hechos trascendentales tales como nacimientos de hijos, cambios de residencia etc. apuntalan el recuerdo de algunos hechos interesantes en la memoria meteorológica.
Cuando lo que pretendemos recordar sucedió hace ya más de 63 años, las referencias personales, o bien no existían por razón de nuestra edad, o bien están muy desdibujadas y se superponen a otras fotos o referencias de nuestros recuerdos más remotos.
El mes de febrero del año 1956 pertenece sin discusión alguna a los eventos que quedan reflejados para siempre en la memoria de algunos y en los anales de los récords o situaciones que determinan un antes y un después. Yo tuve la suerte de vivirlo, y mis recuerdos son más bien de percepciones físicas ; un frío en la cara que me dejaba el mentón “acartonado” un cielo muy azul y mucho sol, charcos helados, y la ropa tendida totalmente congelada y rígida que se movía con el viento como si se tratara de tablones de madera con formas de camisas o pantalones. Recuerdo que duró muchos días y que mi padre decía que era una “ Ola de frío Siberiana”. Los pantalones cortos de franela o "cheviot" me irritaban las piernas que estaban rojas.
Ayer nos reunimos en la tertulia de los jueves y hablamos del célebre febrero del 56. Para ello estuve buscando en la red y en algunos libros informaciones que pudieran resultar de interés para los contertulios. La verdad es que me llevé muchas sorpresas sobre tan singular febrero. Para evitar que el post sea terriblemente largo, entro ya en materia.
Fué en efecto una entrada o advección Polar Fría Continental con orígen en los confines siberianos y tuvo tres pulsiones siendo la segunda la más intensa. Se inició el día 2 de febrero y concluyó el 22/23. Afectó a prácticamente toda Europa y significó el episodio de frío más intenso acontecido desde la Pequeña Edad Glacial que acabó hacia 1870 aproximadamente.Hasta entonces, el invierno 1955-56 estaba resultando particularmente suave.
La dureza de " la ola de frío " fué tal que centenares de miles de olivos murieron en todo el Bajo Aragon , la Península Ibérica y Baleares y que las aguas se congelaron en algunos acantilados de la Costa Brava.
Barcelona registro una temperatura mínima de – 6,7ºC el día 11 en el Observatorio de Servicio Meteorológico Nacional ( hoy Agencia Estatal de Meteorología ) situado en la Travessera de Dalt ( hoy Ronda del Mig ). La ciudad tuvo diez días de helada ( no consecutivos ) y las temperaturas medias en el arco mediterráneo fueron 6ºC inferiores a sus valores estadísticos medios.
En el Observatorio Fabra( 430 msnm ) situado en Barcelona en la falda del monte Tibidabo se alcanzaron los 10 grados bajo cero. Otras mínimas de aquel gélido día fueron : Girona – 10ºC, Lleida – 9ºC, Montseny ( Barcelona 1712 msnm ) – 17ºC, La Molina ( Girona ) – 22ºC. Solsona ( Lleida ) – 15ºC.
En el primer envite frío, se llegó a – 32ºC en Estangento ( Lleida ). Este valor es todavía hoy el mínimo absoluto registrado en España en observatorios oficiales. Se asume que en puntos muy elevados como el Pico de Aneto la temperatura bien pudo alcanzar el valor de – 40ºC ( Javier Martín Vide ). En este mismo día el Montseny tuvo – 20ºC.
Haciendo un “flash-back” en el tiempo aparecen frío aún más rigurosos en enero de 1891. Concretamente en la Universidad de Barcelona tuvieron un registro de – 9,6ºC.
En aquella ocasión se heló el rio Ebro a su paso por Tortosa por última vez.
En cuanto al resto de España, algunos de los valores más destacados fueron los siguientes :
Reinosa ( Santander ) – 16ºC
Puerto de Navacerrada ( Madrid ) -18´6ºC
Albacete ( Aeropuerto ) -13,2ºC
Pamplona – 15,2ºC
Teruel Instituto -15ºC
Huesca – 13,2ºC
Monte Igueldo ( San Sebastián ) -12ºC.
Castellón – 7,3ºC
Valencia – 7,2ºC
Alicante – 4,6ºC
Calamocha ( Teruel ) -17ºC
Sabiñánigo ( Huesca ) – 17,8ºC.
Sallent ( Huesca – 19ºC
Riaño (León ) –16,6ºC
Aliaga ( Teruel ) -19,0ºC
Monreal del Campo ( Teruel ) – 16,5ºC
Calamocha ( Teruel ) – 17ºC ( Más de 100 días de helada año 1955 – 56 )
Molina de Aragón ( Guadalajara ) ( Más de 100 días de helada año 1955 – 56 )
La lista resultaría interminable, pero cabe destacar que los valores mínimos anotados en Calamocha, Molina de Aragón y Monreal del Campo fueron muy discretos en aquel febrero de 1956. Estos observatorios –con una media anual de heladas superior a 100 días año- alcanzan con cierta frecuencia registros inferiores a los – 20ºC .
No faltaron copiosas nevadas a orillas del Cantábrico y en las islas Baleares ; En Palma de Mallorca 20 cm., en Pollença 80 cm. ( con tormenta ) y en Ibiza 15 cm. En la Costa Azul cayó un metro de nieve en Saint Tropez el día 11. En Barcelona, las nevadas durante el episodio llegaron a cuajar levemente en el centro de la ciudad.
En Europa los daños fueron ingentes. Se totalizaron unas 1.000 víctimas mortales. El mayor incremento se produjo entre los días 4 y 17 con 650 fallecidos. El problema tuvo una magnitud tal, que los U.S.A bajo la presidencia del General Dwight Eisenhower “ Ike” resolvió envia a Europa 2.000 toneladas de alimentos y 140.000 toneladas de carbón. Recordemos que la II Guerra Mundial había concluído en 1945 y Europa estaba en plena fase de recuperación económica.
Fuente : www.eltiempo.com
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