Esta semana, en nuestra " Visita de lod lunes ", hemos realizado una visita a uno de los lugares de nuestro municipio, con más historia , a principios del siglo XX. Me estoy refiriendo a la Balsa del Molino del Cumbrillo, desde donde se producia la primera energia electrica en nuestra localidad por el año 1903.
( En la imagen superior, podemos ver la denominada Balsa del Molino, por donde venian las aguas procedentes de la Acequia de Gaen, un lugar que muchas personas utilizaban también para bañarse . )
( En las fotografias superiores podemos ver la zona de salida de las aguas, al final de la balsa, que se introducia por una acequia regulada por una tajadera. )
La primera central eléctrica en esta zona del Bajo Aragón la montó la compañía Rivera-Bernad Sociedad Electrica , cuyo principal socio era D. José Rivera Nolivós. Se instaló en los estrechos del río Martín y comenzó a funcionar en 1901. Tenía una potencia de 1000 kW y la tensión era de 250 voltios de corriente alterna. Para disminuir las pérdidas de energía en el transporte, se elevaba la tensión a 10 000 V.
Inicialmente, el suministro eléctrico se usaba para el alumbrado de las calles, de modo que “daban la luz” desde el atardecer hasta el amanecer, pero con muchas anomalías ya que, según quejas a la compañía, el alumbrado era de escasa fuerza y deficiente luz, con constantes interrupciones y elevado precio de las bombillas.
( En las dos fotografias superiores, podemos ver la tuberia necesaria, ya en el interior del Columbrillo , lista ya para proporcionar energia electrica.)
Posteriormente, se fue instalando el alumbrado también en los domicilios, todo conectado a la misma red de distribución. Al principio no existían contadores de energía y la compañía instalaba una bombilla de incandescencia de 125 voltios y 15 watios en la cocina. Otra instalación normal era una bombilla en la cocina y otra en el patio, de modo que podía funcionar una de ellas a “toda luz” o bien las dos simultáneamente “a media luz”, cobrando la compañía una cantidad fija por el servicio.
¡Qué curioso!
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