Se inició en el balompié en su pueblo, Híjar, y ha forjado una dilatada trayectoria en Prainsa, Espanyol y Atlético. Ahora, a punto de cumplir los 30, la aragonesa con más internacionalidades (58) está de vuelta a la Selección
El fútbol tiene algunos ramalazos machistas. ¿Le ha tocado estos años enfrentarse a alguno?
Cuando de pequeña empecé a jugar a fútbol sala con los chicos de mi pueblo, Híjar, me miraban raro. Había gente que no comprendía que me gustase practicar deporte y fuese alguien más del equipo, pero mis compañeros siempre me apoyaron y, con el paso del tiempo, esa situación mejoró.
¿Cómo ha cambiado la percepción de la mujer futbolista desde sus comienzos hasta hoy?
La imagen de la mujer practicando deporte, sea cual sea, se ha normalizado. Ahora hay más jugadoras y el nivel ha subido bastante. Todavía hay muchos aspectos que pulir, pero el fútbol femenino está infinitamente mejor que en mis inicios.
Aún con todo, hace un año se vio obligada a dejar la Selección por incompatibilidad laboral.
Fue una decisión forzada. Me resultaba imposible conciliar los viajes del equipo con las prácticas en la carrera de Medicina. Esta temporada, una vez terminadas las clases, mi situación ha cambiado. Tengo más tiempo y puedo dedicarme al 100% al fútbol. Por eso le comenté al seleccionador español (Jorge Vilda) que estaba disponible y ha decidido contar conmigo en los partidos de preparación del Mundial de Francia. Estoy en condiciones de volver a disfrutar de este deporte.
Después de varias décadas maltratadas por una Ley del Deporte que no les reconoce como profesionales, se están dando pasos importantes para adquirir esa condición.
Los distintos organismos futbolísticos trabajan, junto a clubes y sindicatos, en la firma de un convenio colectivo hacia la profesionalización. En los últimos meses se han celebrado varias reuniones pero todavía no hay acuerdo. Para nosotras, este asunto es fundamental.
¿Qué piden las futbolistas?
Principalmente, que nuestros derechos estén regulados. Tener un salario mínimo, no compaginar el trabajo con la práctica deportiva… El fútbol no es solo el tiempo que entrenas o juegas partidos; implica una dedicación en la que también influye la dieta o el descanso. Por eso es importante que se nos considere profesionales y podamos centrarnos a pleno rendimiento.
Básicamente reclaman poder vivir del fútbol. Como las jugadoras de otras ligas europeas.
En países como Francia, Inglaterra o Alemania nos llevan años de ventaja en el tema de la profesionalización, pero, temporada tras temporada, los equipos españoles van creciendo para luchar con esas potencias que demuestran estar un escalón por encima. En ese sentido nos ha ayudado mucho la entrada de Iberdrola como patrocinador del fútbol español, aunque todavía queda un largo camino que recorrer.
¿Cuándo cree que verá la luz este histórico convenio colectivo?
Yo no sé si seguiré en activo cuando se ponga en marcha. Estas cosas van despacio, pero está claro que, cuando llegue, supondrá un impulso esencial.
¿Por cuánto tiempo más se ve jugando?
Ahora solo pienso en darlo todo esta bonita temporada que tengo por delante. Después no sé lo que vendrá. Me gustaría seguir, por lo menos, otro año más.
Cuando se retire, ¿seguirá en esto o dará el salto a la Medicina?
Tengo muy claro que me dedicaré plenamente a la Medicina. Practicaré deporte porque lo he hecho durante toda mi vida, pero no me veo de entrenadora ni en cualquier otro cargo. Pasará a ser una afición.
Fuente : www.heraldo.es
Javier Clavero.
Grande, Silvia!
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