¿ Esto es vida ? ¿ El lloro de los
pequeños y el llanto de los mayores ?
II
Ya se fue Teresa
por los cielos volando
y yo me quedo solo
y a Dios le estoy rezando.
III
Te dijeron que juraras
dijistes nunca he jurado
dijistes la verdad
nunca a Dios le has ofendido.
IV
Teresa Peguero Procas
mi fiel esposa querida
recorrimos los caminos
y las sendas de la vida.
el año cincuenta y dos
del siglo recién pasado
en la iglesia de La Puebla
se unieron nuestras vidas.
Nacieron nuestros tres hijos
Teresa, Fernando y Diego
de ellos son cinco los nietos y de
las nietas dos biznietas
y otra que está en camino
que para estas navidades
vera la luz de la vida.
Descansa y duerme Teresa
duerme el sueño eterno
junto a nuestro hijo Diego
y si el poderoso quiere
pronto estaré contigo
son ochenta y cuatro
cumplidos en esta vida.
Descansa Teresa duerme
mi esposa y compañera.
V
Recorrimos los caminos y la senda del amor.
VI
Cuando el sueño eterno nos llega
cuando la vida se acaba
cuando nuestro cuerpo reposa
en el cementerio en el Campo Santo.
Cuando la tristeza me embarga
cuando pienso en mi amada
cuando no se lo que pienso
ni porque vivo
pido a Dios Teresa
me lleve contigo.
VII
Triste la vida
cuando la amargura llega
ves reir y cantar por las calles
el pueblo está de fiesta.
Teresa hemos disfrutado de ellas
en Hijar y La Puebla
y en Zaragoza saliamos
cuando el trabajo lo permitia.
Ya no hay fiestas para mi
ya no hay vida
ire a verte al cementerio
viendo tu nicho cerrado.
Teresa quiero verte y no te veo
quiero hablar contigo
y no puedo
quiero ver caer la lluvia
y no llueve
Para que quiero tanto
sin ti mi vida se acaba.
VIII
Estoy llorando estoy triste
veo cerca cerca de mi el mar
y muy lejos los cielos
y no hago más que llorar.
IX
Un día de verano
me fui a la playa
a beber agua salada
y comerme la arena.
Siento un dolor en el alma
desde que te has ido Teresa
siento un dolor en el alma
en el alma empobrecida.
No te gustaba
que escribiera
no te gustaba
que leyera
no te gustaba
que viera
lo que a ti
no te gustaba.
XII
Las olas en su incesante
bailar cantan para mi.
Cantamos tus sueños
cantamos al amor
cantamos a la soledad.
XIII
No vivo en la luz del día
vivo en la sombra de la vida.
Autor : Diego Lasala Gerique.
Diego me haces llorar, eres genial, como persona te admiro, pues estas lleno de sentimientos positivos todos ellos. Un abrazo y adelante.
ResponderEliminarÁnimo yayo, a pesar del gran vacío que ha dejado la abuelita en tí y en todos los que la queríamos, que seguro no somos pocos.
ResponderEliminarTe transcribo una bonita reflexión que tuve el placer de leer ayer y que me llegó al alma, como tus palabras llegan a tanta gente:
"No te acerques a mi tumba sollozando, no estoy ahí... Estoy en el viento que te acaricia, en las plantas que riegas cada día, en las estellas que brillan de noche sobre tu hogar, en la sonrisa de tus hijos, en los pajarillos que cantan en tu ventana ... Por eso, no te acerques a mi tumba sollozando ... no estoy ahí, estoy en el recuerdo y en tu corazón"
!!Muy bueno Diego¡¡, quizás sea el escrito que más ha llegado al corazón, pues me ha emocionado.
ResponderEliminarTambién hago llegar a tu nieta Eva, también me ha llegado esa poesía al corazón.
Gracias, reflexionemos sobre la vida y disfrutemos con nuestra familia durante podamos, sin olvidarnos de todos que pasan a nuestro lado.
Las palabras de Diego reflejan el amor tras toda una vida compartida, las de su nieta nos transmiten la esperanza de que nadie se va del todo, cuando las personas siembran y reparten amor a lo largo de su vida, este no se acaba con su muerte, nos acompaña siempre a través de su recuerdo y nos da fuerzas para comenzar cada día una vida que parece no tener sentido cuando falta esa persona tan amada.
ResponderEliminarGracias por compartir vuestros sentimientos.