A pesar de que fue el lunes 14 de octubre de 1957 la fecha en la que se produjeron las “dos grandes riadas”, dos días antes, el sábado 12 de octubre, comenzaba a llover de manera intensa en la ciudad de Valencia y en los alrededores.
La gran riada del 57, a la que se le conoce como «la riuà», trajo consigo la remodelación total de la ciudad y un planteamiento diferente de canalizaciones e infraestructuras del Cap i Casal.
Varios meses después de la terrible catástrofe, aquella que dejó la cuenca del río Turia, a su paso por la ciudad de Valencia, y que causó, al menos, 81 muertos, además de cuantiosos daños materiales, el planteamiento del Gobierno central y demás instituciones, incluido el entonces alcalde de Valencia Tomás Trénor Azcárraga, abordaron el desvío del río Turia fuera de la ciudad, desviación que ya se venía contemplando como una gran opción y solución a posibles futuros desastres.
De aquel planteamiento, y final solución, tenemos hoy en día el gran antiguo cauce del Turia, un pulmón verde que cruza la ciudad de punta a punta donde la gente pasea, practica deporte o desconecta, dejando atrás no solo la riada del 57 o las futuras que pudieran haber, sino también enterrando aquellas de los siglos anteriores. Cabe mencionar que, tras la riada, ante la tardanza de las ayudas por parte del gobierno, el alcalde de Valencia, Tomás Trénor Azcárraga, se enfrentó a Francisco Franco, el cual le destituyó, pero el alcalde logró su objetivo ya que a partir de sus críticas se agilizó la ayuda a la ciudad y el proyecto del Plan Sur.
Se sabe, por ejemplo, que en los registros de los 636 años transcurridos desde 1321 (con los “Llibres de Consell”), hasta 1957, se han contabilizado 24 episodios de riadas en Valencia, en los años 1321, 1328, 1340, 1358, 1406, 1427, 1475, 1517, 1540, 1581, 1589, 1590, 1610, 1651, 1672, 1731, 1776, 1783, 1845, 1860, 1864, 1870, 1897 y finalmente 1957.
Dado el gran desastre de la última riada, la del 57, el Gobierno decidió elaborar un plan de defensa de Valencia que minorase los daños por avenidas. De aquel planteamiento, se elaboraron tres soluciones: la Norte, Centro y Sur. La primera suponía el desvío del río hacia el Norte, uniéndolo al barranco de Carraixet. La segunda suponía la mejora del trazado urbano existente junto con la construcción de un embalse en Vilamarxant y la tercera, la Solución Sur, la más costosa y colosal, suponía excavar un nuevo trazado desde las afueras de Quart de Poblet hasta el norte de Pinedo, cruzando por medio de l´Horta de Valencia.
Los trabajos se aprobaron, finalmente, por Consejo de Ministros del 22 de julio de 1958, siendo las Cortes Españolas, en la Ley 81 de 1961, las que establecieron las directrices de financiación del Plan Sur de ordenación de Valencia y su comarca basado en la Solución Sur. La Dirección General de Obras Hidráulicas del Ministerio de Obras Públicas (MOP) adjudicó las obras a la unión de empresas CYT (Cubiertas y Tejados) y MZOV (compañía de construcciones del Ferrocarril de Medina del Campo a Zamora y de Orense a Vigo), comenzando los trabajos en febrero de 1965, bajo la dirección de la Confederación Hidrográfica del Júcar.
Asimismo, durante todo el tiempo que duraron las obras, se estableció que todas las cartas y paquetes postales que se remitían desde Valencia tendrían que llevar un sello adicional de correos por valor de 25 céntimos de peseta, para con ello sufragar en medida la importante obra hidráulica. Resumido: aquella medida, que partía desde Valencia, fue la que sufrago en gran parte aquellos proyectos (vamos, que los valencianos pagamos nuestro propio plan).
Las obras del desvío de río concluyeron el 22 de diciembre de 1969 oficialmente, realizando entonces el jefe del estado Francisco Franco una visita a las obras del Plan Sur, dándose por terminado, y quedando pendiente solo algunos remates en viales, ajardinamientos y pequeñas obras. Hacia 1973 están finalizadas las obras y ya dejan de pasar las aguas por el viejo cauce del Turia y lo hacen por el Nuevo Cauce.
Con el tiempo, se modifican los viales marginales de tal manera que pasan a ser la V-30, quedando el marginal derecho en dirección al mar y el marginal izquierdo en dirección al interior, adaptándose a este sentido único los diversos enlaces existentes y protegiendo a Valencia contra futuras avenidas.
Volviendo a los hechos de aquellos días en 1957, ya el día 13 de Octubre se dieron precipitaciones de más de 300 mm en buena parte de la cuenca (361 mm en Bejís, aunque esta población está ubicada en la cuenca del río Palancia, es decir, fuera del área drenada por el Turia), que continuaron el 14 con más de 100 mm. De aquellas lluvias se originaron dos ondas de crecida sobre Valencia en la conocida como la gran riada del 57:
La primera de 2.700 m³/s y una velocidad media de 3,25 m/s.
Ya el lunes, la segunda, más violenta, de 3.700 m³/s y 4,16 m/s, inundando la mayor parte de la capital valenciana.
Sin embargo, hay estimaciones mucho más grandes sobre los datos de la época, dando a entender que aquella riada pudo ser una catástrofe mayor.
Como habéis podido leer, la zona próxima a la Catedral quedó libre de las aguas, lo que demuestra lo acertado del emplazamiento original. Es posible que esta zona, algo más elevada, sea el motivo por la que el cauce del Turia formó una amplia curva a manera de semicírculo en torno a la ciudad, a la cual rodea hacia el norte, quedando esta zona de la Catedral en el centro.
En cambio, la zona de la calle de las Barcas, cuyo nombre obedece a que constituyó un atracadero para las embarcaciones que remontaban el Turia en la antigüedad, no sólo se inundó, sino que los colectores de drenaje actuaban como surtidores al quedar el nivel de las aguas del río por encima de la calle, agravando así los enormes daños ocasionados por la inundación.
Desde los 40 centímetros en la Avenida Reino de Valencia, pasando por los 80 centímetros en los Jardines del Real (Viveros), 2,25 metros en la Plaza de Tetuán, 2,70 metros en la Calle Pintor Sorolla, 3,20 metros en los Jardines del Parterre, 4 metros en la Calle de Las Rocas, hasta los 5,20 metros en la Calle Doctor Oloriz.
Las fuertes lluvias afectaron también a otras zonas de la provincia de Valencia. El barranco del Carraixet, con un cauce muy amplio cuando baja de la Sierra de Calderona y alcanza las tierras de llanura (casi 200 m de ancho entre Bétera y Moncada) también se desbordó y sus aguas se juntaron con las del Turia antes de llegar al mar, cerca de Alboraya.
Otro foco importante de precipitaciones fue la cuenca del Palancia, que alcanzó el récord histórico de 900 m³/s y se desbordó en Sagunto.
Valencia, que quedó totalmente incomunicada a excepción de una línea telefónica exterior a través de Castellón, con la cual se hicieron llegar los primeros informes a Madrid, sufrió cortes de luz y suministros de agua potable en casi toda la ciudad, además de cortes en carreteras, suspensión de los servicios de ferrocarriles y muchas actividades comerciales (talleres, negocios, kioscos, etcétera).
Después de todo aquello, y hasta el día 18, Valencia se echo a la calle para «inundarse de solidaridad» y ayudar a reconstruir la ciudad, hasta que llegó el ejercito, el cual se encargó organizar la ciudad, garantizar la seguridad ante el incierto, los repartos de comida, el inicio de la reconstrucción de puentes y de calles, y, sobre todo, la retirada de más de un millón de toneladas de fango.
Fuente : ValenciaBonita.
VIDEO DE LA RIADA DEL AÑO 1957, Y LA CONSTRUCCION DEL DESVIO DEL TURIA ,CON EL PLAN SUR.
Inicien el video y esperen unos minutos para ver un gran documento de la ciudad de Valencia.
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