Obras y Edificaciones Híjar asume el reto y hará la conversión en nueve meses. El ayuntamiento cuenta con 1,1 millones de euros de fondos de Transición Justa.
La Casa del Hijarano iniciará su conversión a hotel de 3 estrellas de la mano de una empresa local como es Obras y Edificaciones Híjar S.L., que empezará las obras en los próximos días previsiblemente esta semana. La reforma integral de todo el edificio será posible con una subvención del Instituto de la Transición Justa (ITJ) de 1.138.388 euros. La adjudicación es fruto de una negociación, ya que el concurso quedó desierto. «Hubo empresas incluso de Madrid que se interesaron pero ponían muchos condicionantes y no nos daba ninguna seguridad», dice el alcalde de Híjar, Jesús Puyol, que destaca el interés de Obras y Edificaciones. «Se agradece el compromiso que tienen con su pueblo porque ya hicieron la reforma íntegra del ayuntamiento y quedó muy bien. Ahora se interesaron por la del calvario y ha habido que negociar muchas cosas pero ya está en marcha», añade. Los contratistas contarán solo con nueve meses de margen en lugar de dos años para realizar un trabajo ambicioso.
Cabe recordar que Híjar ya concurrió a las ayudas del fondo para la Transición en 2022 pero el proyecto se quedó en lista de espera. Se volvió a solicitar, volvió a quedarse fuera y el Ayuntamiento encargó un nuevo proyecto enfocado a conseguir más puntos en la valoración pero se retiró al recibir la noticia de que podían acceder a la ayuda tras la retirada de una de las iniciativas de las que habían sido seleccionadas. «La concesión provisional nos llegó en mayo de 2024 y el proyecto se quedó un año en los despachos en Madrid. Después de llamar a mil puertas para reclamar porque el tiempo seguía corriendo y los plazos ya estaban más que ajustados, en marzo de este año nos llegó la concesión definitiva», recuerda. Para no perder la ayuda de más de un millón, la obra deberá estar terminada el 30 de junio de 2026. A partir de ahí, quedarán dos fases más: conseguir los fondos para equipar todo el hotel, y conseguir una gestión. «De todo lo que implica el proyecto, esta es la parte más complicada. Creo que debemos conseguir una empresa o una cadena hotelera que haga una gestión como se merece», apunta.
En los últimos años, entre anualidades FITE y ayudas de Diputación de Teruel, se han invertido más de 700.000 euros en acometer reformas como la del bar o los exteriores. Consta en la planta calle de bar-cafetería con restaurante y comedor. Las dos plantas superiores están destinadas, por un lado a un salón de actos que también albergó proyecciones de cine, y por otro, a alojamiento con ocho habitaciones en cada piso. Funcionó como hostal hasta hace diez años y ya no cumple las normativas de seguridad y accesibilidad. Para volver a sacarle rendimiento y poder licitar los servicios de restauración y alojamiento se hacía necesaria una reforma integral que llega ahora y con la que el hostal pasará a ser un hotel con 19 habitaciones y capacidad para albergar a 42 personas. Se levantarán desde inicio porque las dos plantas se derribarán por dentro y quedarán grandes espacios diáfanos. También se prevé prescindir del salón de actos y de la escalera que lo conecta con la planta calle. Todo el edificio se conectará con un ascensor, que llegó a colocarse en intervenciones anteriores pero no llegó a funcionar, y se prevé que la recepción al hotel se ubique en la sala de la planta calle que separa el bar del comedor.
Un edificio levantado con colaboración vecinal
La Casa del Hijarano se inauguró en 1975, pero su origen es mucho anterior. Las obras empezaron en 1968 y, entre otros motivos, nació por una necesidad que vieron entre el Cuadro Artístico, el Ayuntamiento, la iglesia, la Venerable Orden Tercera de San Francisco y los vecinos de contar con un almacén en el que guardar los pasos de Semana Santa y esa fue parte de su función hasta que en 2019 se abrió el Museo Tambor, ubicado a unos metros y al que se trasladaron las peanas. La ampliación del comedor ocupó el espacio libre.
En todo este proceso, también se tratará de mantener el nombre Casa del Hijarano, porque el edificio fue levantado con la ayuda de cientos de vecinos. Acudían a ayudar los fines de semana y fuera de su jornada laboral, otros contribuyeron con aportaciones económicas y otros lo hicieron con material. También hubo una aportación del Ministerio de Turismo, entonces liderado por Manuel Fraga Iribarne. La reforma que empieza, y que se espera que sea la definitiva, también la ejecutarán manos locales. Por ser una obra del pueblo se le profesa un cariño especial y por eso se tratará de mantener la esencia y todos los elementos posibles, pero otros caerán para cumplir con la normativa vigente para el uso que se le quiere dar.
Los exteriores no cambian. De hecho, el edificio ya se ha sometido a intervenciones en los últimos años que se han destinado a renovar la cubierta y tejados, las cúpulas y a cambiar las ventanas. También se reformó la zona de restauración para que funcionase al margen de las habitaciones. Se prevé modernizar la cocina industrial y el amplio comedor da pie a hacer las veces de salón de actos con una zona para sala de usos múltiples digital a disposición de los huéspedes y del pueblo.
Fuente : La Comarca
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