ROMPER LA HORA HIJAR.
Que se me empañan los ojos
con lágrimas de alegría,
al acordarme de aquellos
con quienes redoble un día.
Son las doce menos cuarto
la noche de JueveSanto,
una marea de gente
vibra en la plaza esperando.
Con su túnica y tambor
llenan la plaza y los arcos.
El tercerol sobre el hombro
y los palillos guardados.
De la mano de mi padre
solo veo faldas negras,
tambores amenazantes
y bombos que me golpean.
De pronto empieza el estruendo,
rio y lloro, grito y callo.
Me acerco más a mi padre.
Tiembla el tambor en mis manos.
Mi padre que se percata,
me alza encima de sus hombros.
Sobre la marea negra,
rugen tambores y bombos.
La alegría y la tristeza
se dibuja por los rostros.
Veo tensión en las manos
y sentimiento en los ojos.
Han pasado varios años
Y a las doce menos cuarto,
se vuelve a llenar la plaza
la noche de Jueves Santo.
Puedo mirar cara a cara
a los que tocan conmigo.
A mi padre con mi abuelo.
A mi tío y sus amigos.
Y cuando a las doce en punto
se alza la vara hacia el cielo,
una lágrima recorre
la mejilla de mi abuelo.
Lagrima por el recuerdo
de palillos y de mazas,
que tocaron junto a él
y que hoy no están en la plaza.
Le veo tocar con fuerza,
con emoción y con brío.
Me mira a la cara y dice
─Estos brazos no son míos,
que son los brazos de aquellos,
que han cogido su camino.
Y es misión del que se queda,
seguir haciendo lo mismo.
Que se me empañan los ojos
con lágrimas de alegría,
cuando pienso que vosotros
haréis lo mismo algún día ─
Son las doce menos cuarto.
Se vuelve a llenar la plaza.
Es noche de JueveSanto
y busco caras con ansia.
Y cuando a las doce en punto
rompe la hora el silencio,
siento lágrimas que brotan
y echo mis ojos al cielo.
Golpeo el tambor con rabia
y entonces hallo el consuelo.
Estos brazos no son míos.
Son los brazos de mi abuelo.
Y en ese breve silencio,
escucho un suave redoble.
Son las lágrimas cayendo
sobre bombos y tambores.
Que se me empañan los ojos
con lágrimas de alegría,
al acordarme de aquellos
con los que forme cuadrilla.
Que se me empañan los ojos
con lágrimas de alegría,
de pensar en estos brazos
que serán vuestros un día.
Autores : Ramón Sorribas Espinosa.
Francisco Pina.
También a mí, se me empañan los ojos, al escucharte con tanto sentimiento que es también mío.
ResponderEliminarPrecioso Ramón.
Tras oír tu poesía Ramón " Al romper la hora muchos sentimos lágrimas que brotan mirando con nuestros ojos al cielo ", la noche de Jueves Santo.
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