jueves, 17 de abril de 2025

POESIAS EN LA VOZ DE RAMON SORRIBAS : Romper la hora Hijar. Autores : Ramón Sorribas y Francisco Pina.




ROMPER  LA  HORA  HIJAR.


Que se me empañan los ojos

con lágrimas de alegría, 

al acordarme de aquellos

con quienes redoble un día.


Son las doce menos cuarto

la noche de JueveSanto,

una marea de gente

vibra en la plaza esperando.


Con su túnica y tambor

llenan la plaza y los arcos.

El tercerol sobre el hombro

y los palillos guardados.


De la mano de mi padre

solo veo faldas negras,

tambores amenazantes

y bombos que me golpean.


De pronto empieza el estruendo,

rio y lloro, grito y callo.

Me acerco más a mi padre.

Tiembla el tambor en mis manos.


Mi padre que se percata,

me alza encima de sus hombros.

Sobre la marea negra,

rugen tambores y bombos.


La alegría y la tristeza

se dibuja por los rostros.

Veo tensión en las manos

y sentimiento en los ojos.




Han pasado varios años

Y a las doce menos cuarto,

se vuelve a llenar la plaza

la noche de Jueves Santo.


Puedo mirar cara a cara

a los que tocan conmigo.

A mi padre con mi abuelo.

A mi tío y sus amigos.


Y cuando a las doce en punto

se alza la vara hacia el cielo,

una lágrima recorre 

la mejilla de mi abuelo.


Lagrima por el recuerdo

de palillos y de mazas,

que tocaron junto a él

y que hoy no están en la plaza.


Le veo tocar con fuerza,

con emoción y con brío.

Me mira a la cara y dice

─Estos brazos no son míos,

que son los brazos de aquellos,

que han cogido su camino.

Y es misión del que se queda,

seguir haciendo lo mismo.

Que se me empañan los ojos

con lágrimas de alegría,

cuando pienso que vosotros

haréis lo mismo algún día ─



Son las doce menos cuarto.

Se vuelve a llenar la plaza.

Es noche de JueveSanto

y busco caras con ansia.


Y cuando a las doce en punto

rompe la hora el silencio, 

siento lágrimas que brotan

y echo mis ojos al cielo.


Golpeo el tambor con rabia

y entonces hallo el consuelo.

Estos brazos no son míos.

Son los brazos de mi abuelo.


Y en ese breve silencio,

escucho un suave redoble.

Son las lágrimas cayendo

sobre bombos y tambores.


Que se me empañan los ojos

 con lágrimas de alegría,

al acordarme de aquellos

con los que forme cuadrilla.


Que se me empañan los ojos 

con lágrimas de alegría,

de pensar en estos brazos

que serán vuestros un día.



Autores :  Ramón Sorribas Espinosa.

Francisco Pina.


2 comentarios:

  1. También a mí, se me empañan los ojos, al escucharte con tanto sentimiento que es también mío.
    Precioso Ramón.

    ResponderEliminar
  2. Tras oír tu poesía Ramón " Al romper la hora muchos sentimos lágrimas que brotan mirando con nuestros ojos al cielo ", la noche de Jueves Santo.

    ResponderEliminar