En tu boca roja y fresca
bebo, y mi sed no se apaga:
que en cada beso quisiera
beber entera tu alma.
Me he enamorado de ti;
y es enfermedad tan mala,
que ni la muerte la cura,
según dicen los que aman.
Loco me pongo, si escucho
el ruido de tu falda;
y el contacto de tu mano
me da la vida y me mata.
Yo quisiera ser el aire
que toda entera te abraza;
yo quisiera ser la sangre
que corre por tus entrañas.
Son las líneas de tu cuerpo
el modelo de mis ansias,
el camino de mis besos
y el imán de mis miradas.
Siento, al ceñir tu cintura,
una duda que me mata:
que quisiera, en un abrazo,
todo tu cuerpo y tu alma.
Estoy enfermo de ti;
de curar no hay esperanza:
que, en la sed de este amor loco,
tú eres mi sed y mi agua.
¡Maldita sea la hora
en que penetré en tu casa,
en que vi tus ojos negros
y besé tus labios grana!
¡Maldita sea la sed,
y maldita sea el agua! …..
¡Maldito sea el veneno
que envenena y que no mata!.
Autor : Manuel Machado
Precioso!!!!!!
ResponderEliminarMuy bien interpretado Ramon, seguirás siendo grande.
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