martes, 10 de septiembre de 2024

DETALLES CERCANOS RELACIONADOS CON HIJAR : El sepulcro de don Pedro Fernández, primer señor de Híjar. Museo de Zaragoza.

 



En el presente trabajo vamos a comentar el sepulcro de don Pedro Fernández de Híjar y Alagón, una obra que guarda directa relación con la Casa de Híjar,  familia muy vinculada a la Casa Real de Aragón y a la de Navarra. El primer Señor de Híjar fue don Pedro Fernández (1245-1299), hijo natural del rey aragonés Jaime I el Conquistador, y de la aragonesa Berenguela Fernández. Don Pedro recibió  en 1268 de manos de su padre, el rey, la mitad del castillo de Hijar y de Urrea de Gaén (las otras dos mitades pertenecían a la Corona) a cambio de unas posesiones que Pedro tenía en el reino de Valencia. Este hecho dio lugar a la creación en 1272 del señorío de Híjar. 



Se trata de un sepulcro exento labrado en piedra arenisca, con todos sus frentes decorados, ornados con tracerías góticas treboladas, se trata de tetrafolios inscritos en círculos dentro de las cuales podemos con los escudos de la Casa de Hijar. El escudo data de los primeros Señores de Hijar: Don Pedro Férnandez de Hijar (1268-1299) y doña Marquesa Gil de Rada, ambos hijos naturales de reyes; el primero del rey de Aragón Jaime I; y la segunda, del rey Teobaldo de Navarra.

Las armas heráldicas que identifican a la Casa de Hijar son un escudo cuartelado, con el primero y postrero en oro con las barras de gules de Aragón; y el segundo y tercer cuartel con las armas de Navarra (cadenas de oro puestas en cruz).



Sobre la losa la escultura del noble aragonés, realizado en alabastro, vestido con el hábito monacal con cerquillo y cabeza rapada, que cubre con la capucha del hábito, apoya su cabeza en  un cojín sostenido por dos ángeles.

El autor de la obra es desconocido, pero con toda la seguridad se trata de un artífice de primera línea, ya que estamos ante una obra de gran categoría, a nivel europeo. Con toda la seguridad el alabastro utilizado para la obra lo extrajo de las magníficas canteras existentes en la zona del valle del Ebro, entre las localidades de Fuentes de Ebro, Azaila y Albalate del Arzobispo, canteras que surtieron evidentemente a los escultores que trabajaron en la región durante los siglos del gótico y en épocas posteriores. 






Detalle frontal de uno de los ángeles que sostienen el cojín en el que apoya su cabeza el noble aragonés.




                                  Detalle lateral de uno de los ángeles.





A sus pies yacen dos perritos muy deteriorados, símbolo de fidelidad, con collares de cascabeles.




Escudo en la cabecera de la caja sepulcral. Se trata de un escudo cuartelado en oro con dos barras de gules sobre fondo de oro, del reino de Aragón en el primer y último cuartel; y las cadenas de Navarra en el segundo y tercero. Está sostenido por dos esbeltos ángeles con grandes alas doradas. El escudo de la Casa de Híjar.






Frente derecho del sepulcro.


En el que se representan los escudos nobiliarios de la Casa de Híjar adornados con tracerías góticas treboladas y pequeñas figuritas con personajes y ángeles.




                        Detalle de un monje leyendo, situado en la esquina                                      superior izquierda.




Detalle de uno de los ángeles turiferarios, de la parte superior central.

El ángel porta un turíbulo o incensario, en el que se introducen carbones incandescentes, sobre los que se agregan granos de incienso para generar un humo aromático que se utiliza en determinados ritos.




Escudo en la cabecera de la caja sepulcral. Se trata de un escudo cuartelado en oro con dos barras de gules sobre fondo de oro, del reino de Aragón en el primer y último cuartel; y las cadenas de Navarra en el segundo y tercero. Está sostenido por dos esbeltos ángeles con grandes alas doradas. El escudo de la Casa de Híjar.




Ángel portador de la naveta o navícula, que contiene los granos de incienso y de un pequeño recipiente para agregarlos al turíbulo o incensario.  (       Fuente " El Viaje de la libélula ".                         )


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