DE DOMINGO A DOMINGO : Recordando la imagen y la capilla de la Divina Pastora en el convento .

   Esta semana, en nuestra sección " De domingo a domingo ", queremos rescatar la imagen de la Divina Pastora , que se encontraba situada, en uno de los altares del convento de Nuestra Señora de Los Angeles.

Estaba compuesta por la imagen de la Virgen , en sus brazos el Niño Jesús y a los pies tres ovejas

En el convento esta imagen estaba situada, en el altar que podemos ver en las imágenes inferiores :

 Capilla del convento que sobresale de las paredes maestras del edificio.  Esta construida con pequeñas piedras y se situa junto a un terreno de huerta, situada detras de una de las capillas , en la cual estaba la imagen de la Divina Pastora.

Se fijen en la pequeña ventana de ventilación en forma rectangular que tenia la habitación, que podemos ver en la primera fotografía.GENES

ORIGENES  DE  LA  DIVINA  PASTORA.

A comienzos del siglo XVIII el capuchino Fray Isidoro de Sevilla, quiso dotar de carisma a su orden para diferenciarla de otras ramas del franciscanismo.

Según las crónicas de la época del Convento de Capuchinos de Sevilla, en vísperas del 24 de Junio de 1703 la Virgen se le apareció al V.P. Isidoro de Sevilla mientras oraba en el coro bajo del convento. Se encontraba vestida de Pastora, dándole la orden de que propagara por el mundo esta visión, lo que hizo que el fraile dedicara a partir de este momento todos sus esfuerzos por difundir el novedoso título y atuendo de Divina Pastora de las Almas.

«Bajo la sombra de un árbol …, sedente en una piedra, … cubierto el busto hasta las rodillas de blanco pellico ceñido a la cintura, … manto azul aterciopelado, … sombrero pastoril, y junto a la diestra, el báculo de su poderío. En la mano izquierda, rosas, y la mano derecha sobre un cordero que acoge hacia su regazo. Algunas ovejas la rodeaban y todas, en sus boquillas llevaban rosas, simbólicas del Ave María. En lontananza una oveja extraviada era perseguida por el lobo, pero pronunciado el Ave María, aparecía San Miguel con la flecha que hunde en la testuz del lobo maldito…»

ESHIJAR