domingo, 8 de marzo de 2020

LAS ARMAS NUCLEARES 4 Y ULTIMA PARTE " La carrera por el armamento nuclear, en la actualidad ". Autor : Enrique Garralaga Robres.





Cuarta parte: la carrera por el armamento nuclear, en la actualidad.


Cuando en Agosto de 1945, se difundió la noticia de lo sucedido en Hiroshima y Nagasaki, el mundo civilizado quedó horrorizado. Podría pensarse que el fantasma de la guerra nuclear ya había alcanzado su máxima crudeza. Pero en realidad, la carrera por el armamento nuclear, acababa de empezar. Los antiguos aliados en la recientemente terminada II Guerra Mundial, Estados Unidos y la Unión Soviética, de repente se convertían en enemigos, y comenzaba la llamada “Guerra Fría”.

En 1945, los Estados Unidos tenía ventaja estratégica sobre su rival. Habían demostrado ser capaces de construir, y utilizar en caso de ser necesarias, varias bombas nucleares por Fisión. Pero hoy saben los historiadores que en el Proyecto Manhattan había espías soviéticos, que pasaban información importante a su país. Incluso se conocen los nombres de algunos de ellos. Por eso, no resulta sorprendente saber que a los científicos de la Unión Soviética les resultó bastante más fácil que a los norteamericanos conseguir su primera bomba nuclear por Fisión. El 29 de agosto de 1949 hicieron con éxito su primera prueba nuclear, en una zona de Kazajstán, teóricamente desierta. Desde un punto de vista estratégico, se llegaba de nuevo a un “empate” entre los dos bloques: el occidental, liderado por EE UU, y el comunista, liderado por la URSS.

Recordemos que en la primera parte de este artículo se explicó que, además del proceso llamado FISIÓN NUCLEAR, que produce una gran cantidad de energía, todavía existe otro, que produce aún muchísima más energía: la FUSIÓN NUCLEAR. Ya durante el Proyecto Manhattan, y antes de que estuviera terminada la primera bomba por Fisión, algunos de los Físicos más importantes que participaban en él, sugirieron la posibilidad de que, aprovechando la gran cantidad de recursos de que disponían, se tanteara la posibilidad de fabricar también una bomba por Fusión. Destacaban entre ellos, Edward Teller, brillantísimo físico judío húngaro, Hans Bethe, premio Nobel de Física, y otros.

El Departamento de Defensa de los EEUU ofreció la presidencia del grupo especializado en investigación sobre la bomba de Fusión a Robert Oppenheimer, quien ya era Director del Proyecto Manhattan. Pero la rechazó porque se oponía a ella. Tampoco estuvo de acuerdo con sus superiores militares en el lanzamiento de las dos bombas nucleares sobre Hiroshima y Nagasaki. Por estos motivos, y también por la envidia de algunos de sus colaboradores, se le sometió a la humillación de tener que comparecer en un juicio como sospechoso de haber pasado información secreta a los soviéticos. No se le pudo probar nada, aunque resultó apartado de la “carrera nuclear”.




John F. Kennedy, Presidente de los EEUU, 
condecora a Edward Teller


Edward Teller resultó elegido para dirigir la investigación sobre la primera bomba de Fusión, llamada popularmente “Bomba H”, por ser el Hidrógeno el combustible nuclear. Imaginemos ahora un cartucho dentro de un arma de fuego. Cuando su pistón es golpeado por el percutor, produce una chispa, que es la que hace explotar a la pólvora del cartucho. De modo análogo, la primera Bomba H utilizaba previamente la detonación de una bomba de Fisión como la de Hiroshima, para que entonces comenzase el proceso de Fusión, desprendiéndose así una cantida inmensa de energía.

La primera Bomba nuclear de Fusión de la Historia se probó el 1 de Noviembre de 1952, en el atolón Enewetak, en las islas Marshall, una zona deshabitada del océano Pacífico. Tenía una potencia equivalente a unas 700 veces la bomba de Hiroshima. De nuevo, EEUU volvía a tener ventaja estratégica sobre el bloque comunista. Pero sucedió lo inevitable: La URRS anunciaba, el 1 de Agosto de 1953, el éxito de la explosión de su primera bomba de Fusión. Pueden verse en “You Tube” los videos titulados “First Soviet hydrogen bomb test (1953)”, o “RDS-37 Soviet hydrogen bomb test (1955)”, que corresponden a películas grabadas realmente, utilizadas como propaganda soviética. De nuevo se producía un “empate” estratégico en lo referente al armamento nuclear.




La primera “Bomba H” estalló en el Atolón Enewetak,
el 1 de Noviembre de 1952


Edward Teller y sus colaboradores no cejaron en sus investigaciones sobre bombas nucleares cada vez más y más potentes. Fue el impulsor principal de todas las pruebas nucleares norteamericanas hasta su muerte, en 2003. Tampoco en la Unión soviética se quedaron atrás. Sería aburridísimo seguir uno a uno todos los “escalones” que se fueron subiendo a lo largo de los años siguientes en cuanto a la potencia de las armas nucleares se refiere, tanto por parte del uno como del otro bando.




Ronald Reagan, Presidente de EEUU, conversa 
con Edward Teller en la Casa Blanca.


Desde 1945 hasta 1979 se hicieron más de 2000 pruebas nucleares (nunca contra objetivos humanos), o bien en la atmósfera, o bien en la estratosfera, o subterráneas, o submarinas. En 1979 entró en vigor el Tratado de No Proliferación Nuclear que las prohibía. Ahora bien, lo que no prohibe este tratado es realizar simulaciones de explosiones nucleares por ordenador, que continuan efectuándose. De los 5 estados que  suscribieron este acuerdo (EEUU, Rusia, China, Gran Bretaña y Francia), el primero, EEUU, se ha retirado en 2019, por decisión del Presidente Trump.

También cuentan con armas nucleares los siguientes países, no firmantes de dicho acuerdo: India, Pakistán (estas dos naciones están fuertemente enfrentadas entre sí, con el consiguiente peligro), Israel y Corea del Norte. Estos últimos países realizan de vez en cuando algun ensayo nuclear real. Irán está intentando conseguir su primera arma nuclear, pero Trump ha anunciado que no lo consentirá. La carrera nuclear continúa.

¿Cuántas cabezas nucleares hay en la actualidad? No se sabe con exactitud, porque evidentemente, estos datos no los hacen públicos los países poseedores de este tipo de armas. Se calcula que, al menos, hay unas 15.000, de las que casi un 90 % pertenecen a EEUU o a Rusia. Suficiente como para destruir enteramente el Planeta Tierra varias veces. La bomba nuclear más potente de la que se tiene noticia, tiene una potencia equivalente, nada menos que a ¡¡3.800 veces la que estalló sobre Hiroshima!! Da escalofríos pensar que una bomba de este tipo lanzada sobre una ciudad como Zaragoza aniquilaría todo ser viviente en una radio de 200 km o más.

Pero no sólo ha avanzado espectacularmente la potencia de las armas nucleares, sino también los métodos para dirigirlas contra el enemigo. Ya no se lanzan desde un avión o desde una potente pieza de artillería. Un misil es un cohete no tripulado, que a bordo cuenta con sofisticados y rapidísimos medios de comunicación y orientación, así como con ordenadores, a los que desde la plataforma de lanzamiento se les puede dar órdenes para que varíen su trayectoria en pleno vuelo, y así dirigirlos hacia cualquier objetivo, móvil o estático. Pueden transportar cabezas nucleares o explosivos convencionales.

Los misiles se pueden lanzar, o bien desde plataformas móviles terrestres, como ya hemos visto en la fotografía que encabeza esta 4ª parte :


                                          O desde barcos



                                     O desde submarinos




                                        O desde aviones


La principal ventaja de los misiles es su altísima velocidad. Tan alta, que los radares convencionales, como los que podemos ver en los aeropuertos, que tienen una pantalla parabólica que rota dos o tres veces por segundo, no los pueden seguir. Pero los países con alta tecnología disponen de los llamados “Phased-Array Radars”, o sea, “Radares con antenas en fase”, que no se mueven mecánicamente, pero “barren” electrónicamente todo el espacio a su alrededor varios miles de veces por segundo, pudiendo seguir en tiempo real a cualquier misil enemigo, y teniendo el tiempo y el poder de decisión, si así se desea, de lanzarle misiles contra-misil para interceptarlos.

Si son de gran tamaño, como el que vemos en la siguiente fotografía, su poder de detección de misiles puede llegar incluso hasta a varios miles de km. a su alrededor. Hay también dispositivos en el espacio que vigilan constantemente a todos los misiles en vuelo.




El Phased-Array Radar llamado “Radar Cobra”,
 instalado en Alaska



En la segunda mitad del siglo XX, la juventud europea y americana fue muy activa contra el armamento nuclear. Hoy, quizá por desconocimiento del inmenso peligro que éste representa, los jóvenes prefieren luchar contra el cambio climático. Y no es que el cambio climático no tenga importancia. Naturalmente que la tiene, y mucha. Pero aún así, supone una amenaza a más largo plazo y no tan fulminante como la de una guerra nuclear, que podría destruir instantáneamente grandes zonas del Planeta Tierra o todo él, además de dejarlas inhabitables por siglos, a causa de la radiactividad tan intensa que generaría.

Y por el horizonte tecnológico-militar asoma una nueva pesadilla, de la que hasta hoy no se conocen muchos detalles, porque se ha conseguido mantener bastante en secreto. Me refiero a la Guerra Biológica.



Autor :  Enrique Garralaga Robres.

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