Entre murallas, a 993 metros sobre el nivel del mar, se encuentra la villa de Mirambel. Es un lugar donde parece que el tiempo se haya detenido, donde el visitante encontrará tranquilidad y sosiego, ideal para descansar y pasear con calma por sus calles. Sus alrededor de 130 habitantes, orgullosos de su pasado, trabajan por construir un futuro ligado al turismo y a las actividades tradicionales agrícolas y ganaderas.
La localidad de Mirambel se encuentra cerca del monte de San Cristóbal, en la Comarca del Maestrazgo turolense. En sus calles permanece la huella de los caballeros templarios y otros acontecimientos históricos como las guerras carlistas. Sus monumentos, testigos de la historia de Mirambel, conforman un conjunto urbano declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1980 y cuya restauración recibió el premio Europa Nostra en 1982.
El origen de la villa de Mirambel se sitúa en un asentamiento musulmán conquistado en el siglo XII por Alfonso II, si bien en esta zona se tiene constancia de la existencia de pobladores prehistóricos y pueblos iberos. Alfonso II entregará la villa a la orden militar del Santo Redentor, que a su vez traspasará el poder a la orden del Temple, para pertenecer finalmente a la orden del Hospital.
Son muchos los edificios que plasman todavía la importancia que Mirambel alcanzó durante la Edad Media, por ser un núcleo estratégico debido a su posición fronteriza. Para su protección se rodeó de una muralla de la que hoy sigue en pie casi toda su estructura y sus puertas como: el Portal de San Roque, el de San Valero, el de la Fuente y el del Estudio. La puerta principal es el llamado Portal de las Monjas desde el que se accede al núcleo histórico de la localidad. Junto a este portal se edificó en 1564 el Convento de de Santa Catalina Mártir y sobre él una torre cilíndrica que aloja en su interior la sacristía de la iglesia conventual. El torreón de las Monjas fue construido entre los siglos XV y XVI y se ha convertido en el monumento más señero de Mirambel. Dada su relevancia histórica y cultural fue restaurado durante el año 2007 por la Fundación Blasco de Alagón. La presencia de los templarios está patente en el portal de la Fuente. Los Hospitalarios, por su parte, construyeron el Castillo de la orden de San Juan, derribado en el siglo XIX y que ha sido restaurado en la actualidad.
El ayuntamiento del municipio se ubica en la antigua casa consistorial, realizada bajo el modelo de ayuntamiento renacentista aragonés de tres plantas, con lonja y trinquete. Además, todavía existe la estancia destinada a cárcel durante la Edad Media. Del esplendor de Mirambel durante el Renacimiento dan cuenta palacios y casas señoriales como las de la Plaza de Aliaga o La Casa de los Julianes, junto al portal de El Estudio.
Muy cerca de la Plaza del Ayuntamiento se levanta la iglesia parroquial dedicada a Santa Margarita, realizada durante el Barroco. Destaca su torre de base cuadrada, profusamente decorada y terminada en el siglo XVII. Entre los siglo XVI y XVIII se construyen, también, en sus alrededores las ermitas de San Martín, de San Roque y de la Virgen del Pilar.
En el año 1980 la villa es Declarada Conjunto Historico Artistico .
Pues sí, bonito Mirambel!
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