En el día de hoy, queremos acercarnos a los aljibes existentes, en el palacio ducal de nuestra localidad.
No verán castillo que no cuente en su interior , con uno o más aljibes. Y si no lo ven es porque el tiempo los ha cegado y solo resta de ellos poco más que un leve hundimiento en el suelo del patio de armas. Pero afortunadamente, en muchos de ellos sí se conservan, en mejor o peor estado, pero visibles.
Dicho esto, concretar que incluso si la fortificación disponía de un pozo natural o de la proximidad de un caudal de agua, por norma se llevaba a cabo la construcción de un aljibe. Los pozos pueden secarse, y los ríos cercanos pueden ser ocupados por el enemigo, por lo que no podían arriesgarse a verse sin agua en la época estival o con la fuente de suministro en manos de los invasores.
La construcción del aljibe conllevaba disponer en todo el recinto de canalizaciones que vertían el agua de lluvia en el interior del mismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario