sábado, 14 de junio de 2025

LOS SABADOS POESIA : Y TÚ AMOR MÍO... Autor : Carlos Barral.

 


Carlos Barral fue uno de los escritores más importantes de la Generación del 50. Nació en Barcelona en el año 1928, y tuvo una infancia acomodada. Habiendo estudiado Derecho, junto al filólogo catalán Joan Petit fundó una editorial independiente que, aunque de un comienzo humilde, no tardó mucho en convertirse un una de las más renombradas de su país. Así, su dedicación a la literatura se dividió entre la creación y la edición. Fue además el creador del premio Biblioteca Breve, responsable del descubrimiento de escritores de la talla de Vargas Llosa. El fallecimiento de su socio lo llevó a abrirse de la empresa y a fundar Barral Editores.

Su primer poemario se titula "Las aguas reiteradas" y fue publicado en 1952; a partir de allí, destacaron "Diecinueve figuras de mi historia civil", "Usuras" e "Informe personal sobre el alba". La antología "Usuras y figuraciones" reúne casi toda su obra poética. También es de su autoría la novela "Penúltimos castigos".

Barral falleció en 1989, mientras escribía uno de los volúmenes de sus memorias, titulado "Memorias de infancia", del cual se han rescatado dos capítulos; éstos se incluyeron en una segunda edición de su primer libro autobiográfico, "Años de penitencia", publicado quince años antes.


Y  TU  AMOR  MÍO ...


Y tú amor mío, ¿agradeces conmigo

las generosas ocasiones que la mar

nos deparaba de estar juntos? ¿Tú te acuerdas,

casi en el tacto, como yo,

de la caricia intranquila entre dos maniobras,

del temblor de tus pechos

en la camisa abierta cara al viento?


Y de las tardes sosegadas,

cuando la vela débil como un moribundo

nos devolvía a casa muy despacio...

Éramos como huéspedes de la libertad,

tal vez demasiado hermosa.


El azul de la tarde,

las húmedas violetas que oscurecían el aire

se abrían

y volvían a cerrarse tras nosotros

como la puerta de una habitación

por la que no nos hubiéramos

atrevido a preguntar.


Y casi

nos bastaba un ligero contacto,

un distraído cogerte por los hombros

y sentir tu cabeza abandonada,

mientras alrededor se hacía triste

y allá en tierra, en la penumbra

parpadeaban las primeras luces.


Autor : Carlos Barral.

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