martes, 3 de diciembre de 2024

SANTA MARIA LA MAYOR DE HIJAR . Autor : Almuayad Royo.





 Cuando consultamos en los libros o manuales el estilo artístico al que pertenece nuestra iglesia, nos encontramos con la denominación gótico-mudéjar.

Esta denominación, además de errónea, no define ni especifica que hay de gótico o mudéjar en nuestra iglesia. Del mismo modo que podernos desconocer la trascendencia de este arte, dando lugar a equívocos o interpretaciones erróneas. Sirvan estas líneas para aclarar esta cuestión.

La palabra "mudéjar", viene de la voz árabe mudayyan, cuyo significado es "aquél a quien ha sido permitido quedarse". Consiguientemente, el mudéjar es el musulmán que se ha quedado en territorio cristiano y ha sido convertido.

Aunque este término empieza a ser aplicado en el siglo XIII, la conversión forzosa no se dio hasta el año 1526 en la Corona de Aragón. Aplicándose esta con 24 años de retraso, respecto de la Corona de Castilla.

Esta terminología la comienza a aplicar Vicente Lampérez Romea a inicios del siglo XX; y en la actualidad se sigue utilizando. Es necesario prescindir de esta asociación ya que el término mudéjar incluye ambas formas.

Será un elemento constructivo, el ladrillo, el que caracterizara la arquitectura mudéjar. Pero las características negativas vinculadas a este elemento a lo largo de la historia: frágil, erosionable, perecedero, no se corresponden a la realidad histórica. El especialista en arte mudéjar, el Dr. Gonzalo Borrás Gualis, apunta que cuando en 1892 los zaragozanos quisieron derribar la llamada Torre Nueva (entre otras razones porque amenazaba con caerse) tuvieron poco más o menos que desmontarla ladrillo por ladrillo. Este caso particular pero aplicable a la generalidad, desvincula al término mudéjar de los adjetivos que anteriormente se le atribuyeron. Sirva esta última apreciación para enlazar con el caso hijarano.

No tenemos más que darnos una vuelta alrededor de la iglesia, para poder apreciar una diferencia en la albañilería de la cabecera con respecto a la albañilería de los muros de la nave. Los ladrillos de la cabecera están muy bien colocados y alineados y disponen de una pátina más oscura que en otras partes de la iglesia. Esto significa que la cabecera fue la primera parte de la iglesia en ser construida; pero también significa que los albañiles que construyeron esta parte, eran más expertos que los que construyeron el resto de la iglesia. Lo cual nos invita a pensar que el alarife que dirigió las obras en esta primera fase, pudo ser mudéjar.

Por otra parte, los contrafuertes que soportan la cabecera al exterior, son un elemento arcaizante. Tiene su inspiración, en las famosas iglesias-fortaleza, como la de Montalbán; ya que el Duque de Híjar, lo era también de esta localidad.

Estos contrafuertes, soportarían al interior las nervaduras de la techumbre mudéjar, y por este motivo, se ha conservado la cubierta original de la cabecera. Esta cubierta se conserva entre la cubierta actual y el tejado de la iglesia. Pero lo más interesante es la decoración, típicamente mudéjar, que se ha conservado en el interior de dicha bóveda. El interior esta enlucido con yeso y tiene pintado un despiece de aparejo de ladrillo en color gris. Esta misma decoración, se ha conservado (en forma de restos arqueológicos), en dos capillas que tendría la iglesia original, una al norte y otra al sur, conformando una estructura semejante a un a nave transepto. Estas capillas serían de planta octogonal, que soportarían una bóveda de arcos entrecruzados; de raigambre islámica. Con estos hallazgos, podemos concluir diciendo que teníamos una iglesia típicamente mudéjar. Y que su aspecto interior actual tan renacentista, contrastaría con el aspecto original en el que todos los muros estarían pintados con un despiece de ladrillo, y en el que además del blanco y el gris (basándonos en otras iglesias conservadas de la época), podría contar con una decoración a base de colores rojo, verde o azul.


Autor : Almuayad Royo.

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