sábado, 29 de junio de 2024

EL RACIMO . Autor : Diego Lasala Gerique.





 La uva es fruta que me encanta y me enamora. He ido por huertas con los amigos ,  nunca se me apeteció comerme un presco, ni del árbol ni de suelo , uno de los amigos se desvivía por los nabos y demás de esta especie, para mi solo era la uva.

Un día en el colegio unos cuantos escolares de tres a cuatro años mayores que yo , organizan e ir a un campo de sabrosas uvas , en el barranco que pasa por debajo del cementerio , me invitaron para acompañarles a ir con ellos y como era cosa de uva , acepté.  Dichosa uva , pero el campo se ve que eran muchas veces visitados por ellos.  Entre las cepas se levanta el amo , que estaba escondido esperando la llegada de estos colegiales , piernas para que os quiero , barranco y cabezos se subierón , subimos como galgos persiguiendo una liebre a bajar por el entonces campo de futbol de la carretera Alcañiz . Suerte que no era domingo y no habia partido de futbol , los que nos hubiesen visto correr , hubieran creído que corriamos detras del árbitro.

He comido buenas y ricas y uvas , cuando me las traia mi padre, que era muy entendido de éstas, siempre me las elegía él.

Siempre que llegaba la época de coger las uvas para ser pisadas y sacar el buen vino casero.  Dos hermanos casados con dos hermanas, primas hermanas mias que vivian al final de la carretera Alcañiz, cuando yo pasaba por allí, los pillaba en la puerta con el bulquete cargado hasta arriba , no necesitaba decirles lo que me gustaba la uva , buscaban la mejor y la cartera que yo la llevaba vacia, me la llenaban de inmejorables uvas.

Salia a los atardeceres a pasear en solitario , como siempre lo hacía con grandes paseos, no sé porqué dejé la carretera nacional y cogí un camino de tierra que se adentraba en las huertas, a la sombra de un ribazo al frescor quedaba una tierna parra de racimos de uvas , desde lo alto el campo en un gran ribazo al camino que casualidad, encima un gran racimo de uva, que casi me daba en la cara , al final después de mucho rato allí , cogí un grano , tardaba y tardaba mucho, una hora después volvi a coger otro grano.  Quizá estuve allí, una hora sentado y el tiempo que pasó y grano a grano, este hermoso racimo quedó colgado , sin un solo grano en él.  Fue involuntariamente porque además los amos de la cepa , eran muy amigos mios. ¿ Que dirian al ver el racimo sin uvas. ?


Autor :  Diego Lasala Gerique.

2 comentarios:

  1. Seguro Diego que, no les dijiste nada, sobre ese racimo de uva.

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  2. Seguro que esbozarían una sonrisa pensando en el pajarico que se había comido el racimo... ¿o tal vez no?

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