(Guadalajara, 1871 - ciudad de México, 1952) Poeta mexicano que a principios del siglo XX clausuró el movimiento modernista hispanoamericano y abrió las puertas hacia una nueva sensibilidad poética, más acorde con los tiempos y la contemporánea aparición de las vanguardias.
Sus primeros libros de poemas revelan claramente la influencia del modernismo, escuela que por entonces comenzaba su declive. A dicha época pertenecen Preludios (1903), Lirismos (1907) y Silénter (1909). La aparición de Los senderos ocultos (1911) marcó la ruptura del autor con la corriente modernista. Tal rechazo tiene su declaración de principios en el célebre soneto "Tuércele el cuello al cisne".
A LA QUE VA CONTIGO .
Iremos por la vida como dos pajarillos
Que van en pos de rubias espigas, y hablaremos
De sutiles encantos y de goces supremos
Con ingenuas palabras y diálogos sencillos.
Cambiaremos sonrisas con la hermana violeta
Que atisba tras la verde y oscura celosía,
Y aplaudiremos ambos la célica armonía
Del amigo sinsonte que es músico y poeta.
Daremos a las nubes que circundan los flancos
De las altas montañas nuestro saludo atento,
Y veremos cuál corren al impulso del viento
Como un tropel medroso de corderillos blancos.
Oiremos cómo el bosque se puebla de rumores,
De misteriosos cantos y de voces extrañas;
Y veremos cuál tejen las pacientes arañas
Sus telas impalpables con los siete colores.
Iremos por la vida confundidos en ella,
Sin nada que conturbe la silenciosa calma,
Y el alma de las cosas será nuestra propia alma,
Y nuestro propio salmo el salmo de la estrella.
Y un día, cuando el ojo penetrante e inquieto
Sepa mirar muy hondo, y el anhelante oído
Sepa escuchar las voces de los desconocido,
Se abrirá a nuestras almas el profundo secreto.
Autor : Enrique Gonzalez Martinez.
Que van en pos de rubias espigas, y hablaremos
De sutiles encantos y de goces supremos
Con ingenuas palabras y diálogos sencillos.
Cambiaremos sonrisas con la hermana violeta
Que atisba tras la verde y oscura celosía,
Y aplaudiremos ambos la célica armonía
Del amigo sinsonte que es músico y poeta.
Daremos a las nubes que circundan los flancos
De las altas montañas nuestro saludo atento,
Y veremos cuál corren al impulso del viento
Como un tropel medroso de corderillos blancos.
Oiremos cómo el bosque se puebla de rumores,
De misteriosos cantos y de voces extrañas;
Y veremos cuál tejen las pacientes arañas
Sus telas impalpables con los siete colores.
Iremos por la vida confundidos en ella,
Sin nada que conturbe la silenciosa calma,
Y el alma de las cosas será nuestra propia alma,
Y nuestro propio salmo el salmo de la estrella.
Y un día, cuando el ojo penetrante e inquieto
Sepa mirar muy hondo, y el anhelante oído
Sepa escuchar las voces de los desconocido,
Se abrirá a nuestras almas el profundo secreto.
Autor : Enrique Gonzalez Martinez.
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