Jesús Gómez Pina impulsa la creación del monumento en el que se aprecian varias siluetas de hombres y mujeres cantores que marcaron una tradición de cientos de años como seña de identidad de la capital del Bajo Martín.
Con una tradición centenaria Los Rosarieros de Híjar ya tienen un lugar del recuerdo y reconocimiento en el privilegiado enclave del Parque del Calvario de la localidad. El Ayuntamiento ha inaugurado este domingo el monumento en honor a esta Cofradía que durante siglos ha marcado la tradición y la identidad hijarana cantando sus coplas por las calles y rincones del pueblo todos los domingos y festivos señalados. El tiempo lluvioso no ha desteñido el emotivo acto que ha contado con en torno a medio centenar de asistentes, integrantes de la Cofradía y sus familiares, algunos de los cuales llevan décadas de trayectoria en la agrupación. En primera fila estaban algunos de los Rosarieros más veteranos, incluso con 70 años de actividad como cantores.
El monumento, en el que se aprecian varias siluetas de los Rosarieros entre hombres y mujeres, es un reconocimiento a todos los que «han pasado por la Cofradía, a los que están y a los que en el futuro se espera que sigan manteniendo esta tradición tan arraigada». Los Rosarieros despertadores de Híjar tienen un protagonismo especial en la Semana Santa hijarana y una relevancia histórica. Bajo la devoción del Rosario de María Santísima antaño salían todas las mañanas de los días festivos y domingos llevando al alba sus cantos y coplas acordes a cada festividad. Ahora siguen haciéndolo en días especiales. «Es una tradición muy arraigada que queremos que continúe. Hay personas que han estado 40, 50 o 60 años y les tenemos un cariño especial. Debemos agradecer y reconocer a todas los que han mantenido este legado de gran valor. Esperamos que otros continúen en el futuro», destacó Luis Carlos Marquesán, alcalde de la localidad, durante el acto inaugural.
No han podido contener las lágrimas de emoción dos de los presentes en el acto homenaje, los cantores veteranos Jesús Adell Monzón y Luis Gómez Conte, compañeros Rosarieros «de toda la vida». «Esto es extraordinario, yo no he hecho más que llorar de la emoción», destacó Jesús, agradeciendo este reconocimiento por parte de toda la localidad. Ambos entraron en la agrupación desde su adolescencia, rondando los 16 años, y llevan a sus espaldas innumerables anécdotas, que demuestran que ser Rosariero es una «forma de vida». «No había despertadores en las casas porque había más pobreza. El grupo de Rosarieros compramos un despertador de los donativos que nos dábamos. El último que entraba al grupo tenía que llamar durante un año a las casas de los demás para despertarles. El llamador iba por todo el pueblo con un martillo a casa de cada uno. Teníamos un repique especial«, recuerdan ambos nostálgicos. Los Rosarieros décadas atrás eran los encargados, a través de sus cánticos, de despertar a los vecinos para que acudan a misa y tenían gran protagonismo en los actos litúrgicos.
Es el gesto altruista de Jesús Gómez Pina, vecino de la localidad, el que ha permitido la materialización de un lugar de homenaje a los Rosarieros. Este ha sufragado los gastos del monumento, cuyas siluetas han sido realizadas por Talleres Espes de Samper de Calanda, mientras el Ayuntamiento de Híjar ha acondicionado el terreno donde ahora se ubica, a mano izquierda mirado la emblemática Ermita del Santo Sepulcro. «Mis padres, mi hermano y mi mujer han formado parte de los Rosarieros y me han transmitido el cariño y la devoción por su figura», explicó Gómez Pina a los asistentes, mostrando reconocimiento a los antiguos y actuales cantores, «memoria viva» de un legado incalculable. Las figuras talladas representan a los hombres y mujeres cantores, una puesta en escena que rememora sus cientos de años de actividad.
El monumento ha sido bendecido por el párroco de la localidad, Alonso Quintero, quien destacó la devoción de los Rosarieros en sus cánticos. Posteriormente los presentes en el homenaje han participado en un almuerzo de hermandad. La inauguración del monumento en el Parque del Calvario responde a la iniciativa del Consistorio de renovar todo el enclave para revertir su deterioro. El Ayuntamiento está trabajando en varias actuaciones para hacer una especie de «museo al aire libre», eje de la Semana Santa hijarana, junto a la Ermita del Sepulcro y el Museo del Tambor.
Para que la tradición de la Cofradía de los Rosarieros nunca se pierda se han grabado todas las coplas en un CD, así como las letras en un disco-libro. El objetivo, según explicó el primer edil, es tener un registro del gran legado que dejan los Rosarieros hasta el día de hoy, y «asegurar que nunca se pierda para las nuevas generaciones». Aunque puede ser anterior, la antigüedad de los Rosarieros se remonta al año 1733, fecha documentada más antigua cuando se produjo el nombramiento de Antonio Valero de Liria como prior de la Cofradía. En 1776 se redactan las Ordinaciones de la Hermandad y Cofradía del Santísimo Rosario de María Santísima de la Iglesia Parroquial de la Muy Noble y Leal Villa de Ixar.
Desde entonces su actividad nunca ha cesado, aunque sí hubo periodos históricos en los que ha peligrado su existencia, ya sea con las desamortizaciones del siglo XIX o las contiendas bélicas. Del siglo XX destaca el año 1935 con la redacción del Coplero de la Aurora de Híjar, reimpreso en 1995.
Cabe destacar que antaño el grupo de cantores estaba integrado solo por hombres y desde hace una década se han unido las mujeres, lo que ha permitido que la trayectoria de los Rosarieros continúe hasta el día de hoy. El relevo generacional sigue siendo uno de los principales retos de la Cofradía. «Es una batalla que habrá que pelear», destacaron sus veteranos. Actualmente el grupo se mantiene activo con entre 25 y 30 integrantes, que se reúnen todos los domingos para ensayar y mantienen su actividad en fechas tan señaladas como la Semana Santa (la emblemática Procesión de los Despertadores), además de otros días festivos.
Fuente : www.lacomarca.net