martes, 7 de junio de 2022

RECORDANDO A LA TIA SAMPERINA.




No sabemos ni su nombre, pequeña de estatura, pero grande de corazón, siempre acudía fiel a la cita, de cada domingo, vestida de negro, detrás de su cesta, cargada de chucherías.

La brisa subia del rio y apoyada en la esquina ( casi como sujetandola ), esperaba a los niños, cuando la tarde y el sol palidecían.  Habladora siempre, tenia la magia de las mujeres importantes, y siempre llevaba la faldriquera, para guardar las calderillas cuando comprabamos pipas , chicles o pepinillos que sabian a gloria.

Y cuando la noche caia, cogia la cesta ,  y aún recuerdo su silueta, subiendo la Cuesta del Olmo, camino del Azaguan, y cuando cada domingo, los rayos del sol se esconden y cruzo la esquina de la Avenida del Carmen y la Calle Otal, siempre me acuerdo , con nostalgia, de la silueta de la Tia Samperina, y de un tiempo pasado, que siempre fue mejor, o eso nos parecia.

Autor :  Eshijar.

 

6 comentarios:

  1. Buena mujer, que alegría nos daba a los chicos.

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  2. Se llamaba Vicenta el apellido numca lo decía

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  3. Mi madre recuerda unos paquetes de galletas que estaban muy buenas que llevaban dentro una peseta de papel.

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