Fue camino de vida entre tinieblas
y en delirios de pena naufragada,
apurando del cáliz que bebiera
mientras fue tan oscura su mañana.
Fue tormenta de monte no escalado.
y en madero de amor crucificada.
Agonía en el surco de azucenas
que su cálida sombra dibujaba...
Hoy ya busca la fuerza que le hurtaron.
¡Quiere juntas, la aurora y la mañana!
Un espacio que albergue los te quieros,
y pasiones que encienda con su llama.
Se coloca disfraces de caricia
para sueños felices en su almohada,
y destierro de un duelo que se nutre
de la triste dolencia que la embarga.
Porque sigue añorando la ternura
y un futuro que cuelgue de su alma,
va rendida al anhelo de encontrarse
nueva vida, de luces, y de calma.
Nueva vida sin gritos, sin violencia,
ni palabra, ni mano, envenenadas.
Autora : Teresa Rubira.
Ambos son extraordinarios, me gusta leerte , infunde confianza y sensatez, ternura y amor . (tus escritos)
ResponderEliminarBesos prima.
Son los dos preciosos, pero es una lástima lo que está pasando en estos tiempos. Beatriz Ferrer
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