domingo, 25 de octubre de 2020

LAS ELECCIONES PRESIDENCIALES EN ESTADOS UNIDOS . Autor : Enrique Garralaga Robres.


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(La Casa Blanca, residencia oficial del Presidente de Estados Unidos)



Los Estados Unidos de América son un país cuyo territorio principal está situado en América del Norte, entre Canadá (al Norte) y Méjico (al Sur). Incluye también el extenso territorio de Alaska (al Noroeste de Canadá) y las islas Hawai (en el Océano Pacífico). También posee algunas pequeñas islas en el Pacífico y en el Caribe. Su superficie es enorme (18 veces la de España, que no es un país pequeño) y tiene 328 millones de habitantes.

Pero su importancia radica, sobre todo, en que es el primer país del mundo en los ámbitos científico, tecnológico, industrial, económico y militar. El resultado de sus elecciones presidenciales, de una forma u otra, afecta a todos los demás países; también al nuestro.

Estados Unidos es una República Federal, compuesta por 50 Estados y el Distrito de su capital, Washington (que es otro Estado más). Estos Estados tienen cada uno sus propios Órganos Legislativos, y cada cual se rige por sus propias leyes. Sobre todos ellos prevalece el Congreso Federal de la nación (formado por dos Cámaras, la de Representantes y el Senado), y la autoridad Presidencial. El Presidente de Estados Unidos tiene amplios poderes: elige los Ministros y altos cargos del Poder Judicial (con la aprobación del Senado), puede vetar leyes del Congreso, es el Comandante supremo de las Fuerzas Armadas, y es también el Jefe del Estado.

En España se celebran en el mismo día las elecciones para el Congreso de los Diputados y para la Presidencia del Gobierno. En Estados Unidos, no. El próximo día 3 de noviembre tendrán lugar únicamente las votaciones para el cargo de Presidente de la nación, y en lo que sigue nos limitaremos a comentar los detalles de esta elección. Las elecciones presidenciales norteamericanas se celebran a principios de Noviembre todos los años múltiplos de 4. Por lo tanto, cada periodo presidencial dura 4 años. Está permitido que un Presidente se presente a su reelección, pero solo por una única vez.

Hay dos partidos políticos importantes: El Republicano, de tendencia mayormente conservadora, y el Demócrata, que comparándolo con los partidos políticos europeos, podríamos calificar de liberal o centrista. Hay también bastantes partidos políticos minoritarios, pero de nula importancia práctica, toda vez que el 95 % de los votantes norteamericanos se decide por uno de los dos partidos mayoritarios. Es decir, que en la práctica, este sistema político es bipartidista, porque el Presidente siempre pertenece a uno u otro de estos dos partidos. En las próximas elecciones presidenciales compiten: el actual Presidente, Donald Trump (por el partido Republicano), que aspira a su única reelección posible, y Joe Biden (por el partido Demócrata), que se presenta a la elección presidencial por primera vez, aunque ya fue Vicepresidente con Barack Obama.

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Las elecciones presidenciales norteamericanas no son directas, como en España. En su lugar, los ciudadanos votan a un conjunto de 538 personas, los electores. Serán ellos quienes elijan finalmente al Presidente. Estos electores son: 100 senadores (2 por cada Estado) + 3 delegados del Distrito de Washington + 435 congresistas (el número de los que corresponden a cada Estado, depende de la población de cada uno de ellos). Así, por ejemplo, el número de electores que corresponde a los Estados más poblados es:

California: 55

Texas: 38

Nueva York: 29

Florida: 29

Pensilvania: 20

etc, etc. Así hasta completar todos los Estados.

El procedimiento que se sigue para asignar a cada uno de los dos Partidos sus correspondientes electores es curioso y algo extraño (al menos para nosotros, los europeos). Para que ustedes lo entiendan rápidamente, me voy a inventar unos resultados electorales, que no tienen por qué corresponderse con los de la próxima elección, ni con los de ninguna de las anteriores. Son solo un ejemplo imaginario:

Supongamos que en California se han obtenido estos resultados: Partido Demócrata, 51,5 % de los votos. Partido Republicano, 48,5 % de los votos. En principio, los europeos veríamos lógico repartir los 55 electores californianos proporcionalmente a estos resultados. Pero no: Al haber ganado allí el Partido Demócrata, todos los electores, los 55, se adjudican en bloque al Partido Demócrata. El Partido Republicano se queda sin ningún elector por California.

Supongamos ahora que en Texas, los resultados han sido: Partido Republicano, 51 % de los votos, y Partido Demócrata, 49 % de los votos. Como se aplica el mismo procedimiento, los 38 electores de Texas, serán, todos ellos, para el Partido Republicano, y ninguno para el Partido Demócrata. A continuación, los 29 electores de Nueva York, serán para el Partido que haya sido allí mayoritario. Y así sucesivamente.

 Las únicas excepciones son los Estados de Nebraska y Maine, que distribuyen sus electores proporcionalmente al porcentaje de votos obtenido. Al final de todo este proceso, se suman los electores obtenidos por cada Partido, y el que haya obtenido 270 o más, estará en mayoría, y elegirá a su candidato como Presidente. 

De esta forma, es posible que un candidato con un porcentaje de voto popular inferior al de su contrincante, pero que haya obtenido mayor número de electores, resulte elegido como Presidente. Así sucedió en las elecciones de 2016, que ganó Donald Trump por tener 304 electores frente a Hillary Clinton, con 227. Pero Trump había obtenido unos 63 millones de votos, y Clinton, casi 66 millones. Aunque pocas veces, ya ha ocurrido esto mismo en anteriores ocasiones. A los europeos nos parece algo extraña o injusta esta situación, pero nadie se rasga allí las vestiduras por esto. Simplemente, estas son  “las reglas del juego” de la elección presidencial, y hay que respetarlas.

¿Qué ocurrirá el próximo 3 de noviembre? No existen Profetas infalibles, que adivinen lo que va a pasar, y por eso se gastan tanto dinero los Partidos en la campaña electoral. Les voy a resumir un artículo de prensa que leí hace poco, escrito por un economista norteamericano, que trata sobre el posible resultado de las elecciones. Decía así:

Por el momento, las encuestas preelectorales le adjudican a Biden una ventaja sobre Trump de varios puntos, en voto popular. Sin embargo, existe una regla, deducida de la experiencia, cuya demostración rigurosamente lógica es imposible, pero que se ha cumplido hasta ahora siempre. No ha fallado ni una sola vez. Por supuesto, cabe la posibilidad de que en las próximas elecciones, por primera vez, no se cumpla.

Según esa regla, siempre que compiten un candidato que ya ha sido Presidente y aspira a su reelección (es el caso de Trump) y otro candidato que aspira a ser elegido por primera vez (Biden) ha ocurrido lo siguiente: Si la Economía, el Empleo y la Bolsa van bien durante los 3 meses anteriores a la elección, gana el aspirante a la reelección. En caso contrario, ganará su oponente.

La Bolsa americana, por ahora, va bien. La Economía y el Empleo han sufrido los lógicos retrocesos que ha causado la crisis del Coronavirus, si bien sus efectos no han sido tan duros como en España, que es el país desarrollado donde peores han sido. Es decir, que en Estados Unidos, los comportamientos de la Economía y del Empleo, sin haber sido plenamente satisfactorios, tampoco han sido desastrosos ¿Qué ocurrirá? Pronto lo sabremos.


Autor : Enrique Garralaga Robres.


8 comentarios:

  1. Para España mejor que gane Trump. Sino mal.

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  2. Enrique las encuestas favorecen a Biden.¿ Crees que el voto oculto puede dar la sorpresa para Trump en estados clave.?

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    1. Mencionaré ciertos factores que indican que el resultado de las elecciones presidenciales en los E.E.U.U. es aún muy incierto, pese a la supuesta ventaja inicial de Biden:
      - El voto oculto, como bien nos recuerdas.
      - Las peculiaridades del sistema electoral presidencial americano, que hemos comentado ya.
      - La percepción que tienen los ciudadanos de E.E.U.U. de la personalidad de los dos candidatos no es igual que la de aquí. La mayor parte de la prensa española y europea es anti-Trump, por lo que airea ostentosamente los “trapos sucios” de éste. Pero a la vez, oculta (porque no los publica) los muchísimos “trapos sucios” de Biden, cosa que en la prensa norteamericana no sucede. Por eso, sobre las presuntas corruptelas de uno y otro candidato, los norteamericanos tienen la idea de que son “tal para cual”. Eso sí, sobre Trump pesa la losa de su mala educación y de su antipatía, en lo que Biden, evidentemente, le lleva ventaja.
      - Por lo que respecta a los votantes norteamericanos, hay una especie de “núcleo duro” de personas que siempre votarán al Partido Republicano, sea cual sea su candidato. Y otro tanto sucede con el Partido Demócrata. Pero la mayor parte de los votantes, que es la que acaba decidiendo la elección, “no se casa con nadie”, ni con los republicanos, ni con los demócratas. A la hora de votar, se olvida de todas las filosofías, y adonde primero mira es a su bolsillo. Eso suele decidir el resultado. Son gente muy práctica.

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  3. Que bien explicado. GRACIAS

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  4. Enrique lo ha explicado muy bien, aquí se nos cuenta una cosa pero en EEUU tienen otro pensamiento. En las anteriores elecciones todo el mundo fuera de EEUU daban como favorita a Clinton pero aquí no se nos decía que allí estaba incluso peor vista que Trump. Igual que se nos identifica al partido Republicano como derechista y al Demócrata como izquierdista, cuando el partido Demócrata sería al equivalente aquí el PP. En EEUU el ideario socialista es marginal, no hay más que ver el tema de la sanidad.

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  5. No es comparable a España, ni las forma de las elecciones ni los partidos, los americanos son siempre de derechas, solo miran por ser el mejor país del mundo, el socialismo, les da hasta vergüenza, y por supuesto el comunismo no existe, es una sociedad mucho más evolucionada que la española, y la democracia más consolidada del mundo, no se puede comparar con la España de pandereta donde la oposición hace el indio y el gobierno no toma medidas contra la crisis económica y El sanitaria.

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  6. Muy bien relatado, Enrique, tus escritos instruyen, con tus lecciones escritas fáciles e entender y comprender.
    Gracias.

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