miércoles, 26 de agosto de 2020

PASEANDO POR LA HISTORIA : Cronica de La Vanguardia , del 21 de Marzo de 1970, del Pregón de la Semana Santa de Hijar en Barcelona.

                 



Con ocasión de la próxima Semana Santa, que con tanto relieve se celebra en la ciudad aragonesa de Hijar (Teruel), tuvo efecto, ayer tarde, en el Salón de Ciento, una sesión académica en el curso de la cual pronunció el pregón de aquellas solemnidades el decano de la Facultad de Letras de la Universidad de Zaragoza doctor don Antonio Beltrán Martínez.

Presidió el alcalde señor Porcioles acompañado del gobernador militar don Luis de, Baviera; el gobernador civil de Teruel don Ulpiano González Medina; presidente de la Diputación de aquella provincia señor Gimeno Temprado; alcalde de Teruel señor Gómez Iranzo; alcalde de Hijar señor Gómez Bielsa, a quien acompañaban los concejales señores Forcada, Valero y Marquesan; procurador en Cortes por Teruel, señor Pizarro. Figuraban también el diputado señor Ríos Calderón por la corporación provincial barcelonesa; el secretario general del Ayuntamiento Sr. Bermejo y Girones y el Rvdo. Doctor Aleu por el prelado. Igualmente se hallaba presente la esposa del gobernador civil doña Teresa Muñoz de Pelayo con otras distinguidas damas.

El Salón de Ciento se hallaba lleno a rebosar en su mayoría por hijarenses residentes en Barcelona. Figuraban asimismo una representación de tambores y bombos que actúen durante la Semana Santa hijarense y la banda de alabardeos con tambores y cornetas y el grupo de lanzas, ataviados de soldados romanos. Salutación del gobernador de Teruel El señor González medina pronunció unas palabras destacando la hermandad fecunda de Aragón y Cataluña a lo largo de la historia y citó como ejemplo de esta cooperación ei compromiso de Caspe que superó —dijo— uno de los momentos más difíciles de la historia de España. 

Se refirió a los tambores de Hijar procedentes de una larga tradición y los hermanó con el «timbaler del Bruch» muestra de una dedicación catalana al mismo instrumento que destacó la gloriosa gesta. Por último hizo la presentación y glosó la personalidad del doctor Beltrán Martínez que iba a pronunciar el pregón de la Semana Santa hijarense a la que invitó cordialmenta a todos los barceloneses. Pregón por el doctor Beltrán Martínez El catedrático de Zaragoza dijo que Barcelona es, por el número de aragoneses que en ella residen, la segunda ciudad de Aragón. Esta exporta intensamente hombres en un trasvase perpetuo de amores. Invitó a sus oyentes a que le acompañaran en un recorrido por las tierras del bajo Ebro en el triángulo que forman Hijar, Calanda y Alcañiz en estas celebraciones transidas de profunda religiosidad que conmemoran hombres laboriosos enamorador de su tierra con una historia única que les une a Barcelona y Cataluña, y con el Ebro como fondo que es el cordón umbilical de media España. Partió de la oda de Verdaguer a Barcelona para referirse a nuestra región y pasó a exponer la fisonomía del bajo Aragón con su paisaje, el pueblo, la historia, las gentes y la Semana Santa, los tambores —que al ser nombrados dieron muestra de su presencia con una breve exhibición— y los despertadores, coros de rosarieros que cantan saetas do Pasión en las procesiones.

 Terminó refiriéndose a Hijar en los caminos del corazón que la unen a Cataluña. Palabras del señor Porcioles Por último habló el alcaide de Barcelona quien pronunció un brillante discurso en el que, tras dar su cordialísima bienvenida a las autoridades y demás representaciones hijarenses añadió que se hallaban en el histórico salón por derecho propio ya que a Cataluña y Aragón todo les es común porque realizaron juntos la conquista del Mediterráneo para España y porque están unidos permanentemente con los lazos del corazón y la comprensión mutua. Explicó que, pese a su deseo, el gobernador civil barcelonés no había podido asistir al acto llevado por los deberes de su cargo. Trazó una calida y elocuente glosa de Hijar, de su religiosidad, sus costumbres y su recia fe y agradeció la presencia de esta representación sn nuestra ciudad. Todos los discursos fueron entusiásticamente aplaudidos. 


La Vanguardia
21 - 3 -1970

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