sábado, 20 de junio de 2020

PASEANDO POR LA HISTORIA : La relación del medico de los ejercitos Serapio Sinues con Hijar .


Esta semana, en nuestra sección de " Paseando por la historia " se la queremos dedicar a la relación que tuvo con el Hijar el medico de los ejercitos Don Serapio Sinues , pocos años antes de la Guerra de la Independencia .

Don Serapio Sinues, obtuvo el titulo de licenciado en medicina, en el año 1795. Fue Medico de Camara del Rey, medico general de sus Reales Ejercitos y de los hospitales militares de las plazas y fortalezas de la peninsula y las islas, miembro de la Real y Superior Junta Gubernativa de Medicina del Reino. Inspector General de los baños y aguas minerales del Reino de Aragón y Benemerito en grado heroico por las defensas de Ciudad Rodrigo y Zaragoza .

En el año 1799 envio unas instrucciones a la villa de Hijar, sobre la  prevención y curación de la rabia , que era una enfermedad muy extendida en aquella época.

En el año 1800 fue enviado a Pina de Ebro, para curar una epidemia de paludismo, que resolvio con tratamientos de quina y otros preparados, mando sanear el pueblo con muladares, estercoleros y aguas estancadas de las que procedian malos olores.

El 14 de junio del año 1803, visito Hijar para realizar un informe sobre unos fallecimientos que se habian producido en Hijar, por unas fiebres , por las cuales habian fallecido unas siete personas, todas ellas muy jovenes, en el que realizo un amplio informe, que hemos resumido abajo :


" He visitado una y otra vez debidamente los enfermos de esta Villa, en virtud de la Comisión en que me hallo. Resulta no haber entre ellos quien padezca enfermedad alguna contagiosa, pues son todas esporádicas y estacionales comunes, y de actual observancia en todos los pueblos y todos los reinos.

Bajo estos supuestos, no queda, o no se presenta un motivo para proceder a providenciar de purificación de aire, ni otras que sólo tienen lugar en los casos de contagio. Resta, pues, únicamente arreglar un método de curación concreto al estado actual de sus seres vivientes a resultas de la porfiada sequedad que experimentamos, que, unida en este pueblo a las exhalaciones cálidas de su suelo, han dado lugar tal vez ocasión a las diferentes calenturas, que han padecido y aún padecen algunos de sus vecinos. 

Recomiendo al boticario, haga acopio de una cantidad considerable de tamarindos, para combatir estas fiebres y calenturas. "



Firmado por doctor , Serapio Sinues.

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