miércoles, 17 de junio de 2020

EL COMEDOR DE LOS BUITRES DEL AYER . Autor : Diego Lasala Gerique.



En los montes o secanos de Hijar, existe un comedor de buitres para que dichas aves no dejen de existir, con tanto tractor, mulas mecanicas y aparatos que suplen a las antaño sudorosas y cansadas caballerias, que con su comodidad los campesinos han dejado de ser los sufridos campesinos de los años y tiempos pasados, los buitres se han quedado sin carroñas ni alimentos de los que antes comian por toda geografia aragonesa.

¿ Cuantas veces he visto el barranco que rodea el cementerio con el alimento natural que les daba la naturaleza ? .  Son muchas en que caballerias muertas y otros animales, llamados carroña , por su estado de descomposición los que que había en él , un suculento alimento para buitres, cuervos y otros animales carroneros voladores.

A la salida del colegio y los ratos que teniamos libres, eramos muchos los muchachos en acudir a la cima de los cabezos a ver a estas aves voladoras comer, no solo se alimentaban las aves que habia animales y reptiles terrestres que tambien lo hacian.

Nos encantaba ver como llegaban volando, como tiraban con sus picos de la pobre caballeria, quizas en nuestra ilusión,  llegamos a ver hasta alguna aguila, nos lo haría la ilusión, llegamos a ver hasta alguna aguila, nos lo haria la ilusión y lo que creiamos eran aguilas eran grandes cuervos.

La ilusión de los niños no tiene limites, hoy se divierten con ordenadores, moviles y otros aparatos, de lo contrario les ha pasado como a los buitres, que tanto adelanto se han quedado sin comida, los niños lo mismo , barrancos esperando que llueva, laderas del rio intransitables por falta de ganado , que se comia la hierba .  ( Y en mi mente la ilusión perdida de mis años de niño ).


Autor :  Diego Lasala Gerique .

1 comentario:

  1. Yo todavía los recuerdos a los buitres, así como las laderas de el rio, transitables, con su agramen que parecía césped, en medio alguna junquera, todo ello era precioso.
    Gracias Diego por recordármelo, aunque muchísimas veces pienso en ello.

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