No quiere hablar de cómplices aunque se sospecha que son ellos los que contrataron a su nuevo abogado para que guarde silencio Norbert Feher declaró por videoconferencia ante el juez que lo juzga en Italia por dos asesinatos que llegó al Bajo Aragón “por negocios” y tuvo cómplices que le ayudaron en su escapada que ahora pagan por no ser delatados.
En la declaración íntegra, a la que ha tenido acceso el periódico EL ESPAÑOL, los investigadores italianos se preguntan cómo y por qué llegó a España el asesino del triple crimen de Andorra, además de los medios que utilizó para no ser detenido durante la huida. El preso describe al detalle el recorrido que hizo. Según su versión, no fue hasta el 20 de mayo cuando se vio obligado a abandonar Italia “a la fuerza” y asegura que cruzó la frontera de Francia por los Alpes franceses del Sur.
Una vez que entró a España por los Pirineos, viajó hasta Híjar, una zona que reconoce que no conocía de nada pero a la que tenía que llegar “porque tenía asuntos que hacer allí”.
Cuando fue detenido tras asesinar a los dos guardias Víctor Romero y Víctor Caballero; y al ganadero José Luis Iranzo llevaba varios mapas encima, uno de ellos de la provincia de Teruel. En un mapa europeo tenía marcada una ruta con rotulador negro que arrancaba en Bolonia y finalizaba precisamente en la capital del Bajo Martín.
Entre los “negocios” que Feher dice haber hecho en España confirmó al juez la “compra de armas”, aunque sin ofrecer detalles. Según dijo en el interrogado, transportó desde Italia seis pistolas aunque en el momento de la detención en Mirambel solo portaba encima la Smith & Wesson con la que mató a sus víctimas y una Beretta además de las dos armas que robó a los guardias civiles. Preguntado por el arma que apareció un mes y medio escondido en un pajar muy cerca del lugar crimen no quiso confirmar si era suya y no quiso desvelar si la dejó allí porque se le atascó y ya no le servía: “No respondo a esto”.
Los abogados de las víctimas italianas también se interesan en el interrogatorio por el destino al que se dirigía. Sin embargo, se limita a decir que “iba a Valencia” porque en esa zona “tengo muchos amigos”. Tras dar a entender que durante toda su huida tuvo ayuda para esconderse, reconoce sin tapujos que no puede delatar a terceros porque “me pagan para que guarde silencio. Por esta razón… no hablo”.
Feher portaba mapas de Italia, Europa, España y Portugal y Teruel. En todos ellos había círculos y rutas en diferentes colores que recorrían carreteras secundarias de Italia, Francia y España. Todo parece indicar que lo que pretendía era llegar a Marruecos.
No habla de sus cómplices
El acusado, que declaró a través de videoconferencia desde la cárcel zaragozana, guardó un calculado silencio cuando le preguntaron por un grupo de marroquíes dirigidos por el belga Ettouhami El Medi, cabecilla de la supuesta red internacional a la que pertenece, y quien le dio cobertura para que escapara, según el chivatazo de un preso italiano.
“Hay ciudadanos marroquíes en la costa andaluza que se dedican a vender estupefacientes. ¿Los conocía?”, le preguntan. “Son asuntos que no pertenecen a este interrogatorio”, zanja sin dar ni una sola pista sobre un asunto que ha provocado un duro enfrentamiento entre la Guardia Civil y la Policía Nacional.
Cabe recordar que según un informe de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) Norbert Feher pertenecería a una banda criminal dedicada al tráfico ilegal de personas y a introducir terroristas islámicos en el continente procedentes del Norte de África. Una vez en España, esta banda ayudaría a los terroristas a alcanzar países como Francia o Bélgica. Feher habría trabajado para este grupo criminal entre otoño de 2015 y junio de 2016 como una especie de «mensajero».
Precisamente, la Audiencia Provincial de Teruel ha vuelto a desestimar, al igual que ya hizo el Juzgado de Alcañiz, investigar todo lo relacionado con Norbert Feher más allá de los tres asesinatos de Andorra. La última petición que ha echado para atrás tiene como objeto esclarecer el por qué no se transmitió la información por la Policía Nacional a la Benemérita y, de ser así cómo y a quien se transmitió, con el objeto de esclarecer todas las actuaciones que pueden implicar una responsabilidad del Estado.
La tesis de que el criminal puede estar recibiendo ayuda del exterior, también económica, se reforzó en diciembre de 2018. Cuando cumplió su primer año en prisión preventiva, cambió al abogado de oficio por otro letrado con despacho en Calatayud que se resiste a desvelar quién paga el coste de sus servicios.
Desde hace más de un año, Norbert Feher se comunica desde la cárcel de Zuera con el exterior a través de una mujer residente en Móstoles (Madrid) y que él presenta como una amiga íntima con la que, hasta el momento, se limita a intercambiar correspondencia. Sin embargo, según ha podido corroborar El Español, es la persona que hace de intermediaria entre él y aquellos con los que el criminal quiere contactar sin descubrirlos.
En otro pasaje de su declaración ante el juzgado de Bolonia, el fugitivo serbio habla de que “hay reglas no escritas para ganarse el respeto” dentro de la cárcel. Una de ellas, “no involucrar a cómplices”.
Fuente : www.lacomarca.net
¿Que clase de personal hay en Hijar que pueda hacer negocios con este tipo?
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