domingo, 4 de noviembre de 2018

Y LLEGÓ EL OTOÑO. Autora : Maruja Collados .



Y después del campo y el verano… llegó el otoño. Las estaciones se suceden. Acaba el verano dando entrada al otoño que, ya en su enunciado, empuja y arranca despiadado las hojas de los árboles. Una lluvia repentina ha lavado los verdes macilentos, los últimos vestigios de los colores estivales. Se pone el sol y aparecen las sombras del crepúsculo, mientras una luz rotante procedente del pueblo cercano, como un faro terrestre, destella sobre la campiña surcada de encinas, cipreses, higueras, pinos… Más tarde sonará la campana del ángelus, al atardecer… El otoño gris peina las cabezas de los álamos con sus dedos amarillos.

Adiós al verano. Y a las tardes rutilante de sol. Y a las abejas zumbando alrededor de las adelfas. Deja de pasar el ganado triscando por el camino, provocando un ruido antiguo. Y los pinos ronronean moviendo sus agujas a instancias de un viento leve. Todo se impregna de melancolía. Hasta los pensamientos.

Necesitamos hacernos idealistas y soñadores, ser capaces de luchar contra molinos de viento. Hay demasiadas alas impregnadas por el alquitrán del materialismo, incapaces de levantar el vuelo. Vivimos adormecidos, programados por nuestros relojes digitales, atrapados por la letra pequeña de nuestros contratos de seguridad. Después de cuatrocientos años, necesitamos que Don Quijote recorra de nuevo las llanuras amarillentas de los trigales y las sendas de la utopía para que nos inunde el optimismo y la sonrisa. Venzamos el otoño con su traje gris mientras volvemos a lo que damos en llamar “vida normal”. Dejemos el escenario verde y campesino y enfrentémonos con el asfalto, los semáforos y la circulación apresurada. Y reanudemos las costumbres que llenaban las tardes ciudadanas cuando, allá al principio del verano, abandonamos la ciudad en busca de aire fresco, descanso, silencio y paz.

Porque también es grato el reencuentro con los amigos. Las tertulias que quedaron con una frase en el aire. El intercambio de opiniones. Visitar librerías.

Cambiar no significa perder los escenarios amados. Nada los arranca del corazón dejando las raíces sin asiento. Los lugares se quedan ahí, quietos, son tierra amiga. Esperando el momento del retorno.


Maruja Collados.

2 comentarios:

  1. Soy una siempre admiradora de tu prosa poética, Maruja. A mis alumnas les pongo tus textos como ejemplo. Gracias por regalarnos tanta belleza.

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  2. Desde luego como dice mi prima Teresa, me gustan tus escritos, los leo más de alguna vez porque son entretenidos y reales.

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