miércoles, 31 de mayo de 2017

UNA VISITA A LA CALLE DON FLORENCIO JARDIEL EN ZARAGOZA





Hace unos dias , realicemos una visita a la calle de Don Florencio Jardiel en Zaragoza, donde la podemos ver desde varios ángulos, que esta situada junto a la Basilica del Pilar, que se le dedico en su honor, al poco tiempo de su muerte.

Florencio Jardiel Dobato, sacerdote y escritor español, nacido en Híjar (Teruel) en 1844 y muerto en Zaragoza en 1931. Tío del periodista Enrique Jardiel Agustín y tío-abuelo del escritor Enrique Jardiel Poncela. Se trata de uno de los personajes más influyentes en la vida política, social, económica y cultural de la sociedad aragonesa de finales del siglo XIX y principios del XX.

Estudió en el Seminario Conciliar de San Valero y San Braulio de Zaragoza, donde cursó Filosofía, Teología y Derecho canónico. En estas dos últimas Facultades obtuvo los grados de bachiller, licenciado y doctor, nemine discrepante, en 1864, en el Seminario Central de Toledo. Ordenado de sacerdote (1868), fue destinado al Seminario sacerdotal de San Carlos Borromeo, donde permaneció doce años, como director, consagrado a los ministerios de confesar, predicar y dar misiones en los pueblos de la diócesis cesaraugustana. En 1880 se posesionó de un beneficio en la parroquia de San Miguel de los Navarros, disfrutándolo hasta 1885, en cuya fecha tomó posesión de una canonjía en la santa iglesia metropolitana. Más tarde fue promovido por el Gobierno de Su Majestad a la dignidad de tesorero, luego a la de arcipreste del Pilar y en 1906 a la de deán, presidente del Cabildo metropolitano.

No salió nunca de Zaragoza y en esta ciudad desempeñó todos los cargos que le fueron conferidos desde el principio de su carrera sacerdotal: director de la Asociación Teresiana, de la Pía Unión de San Antonio, de la Asociación de Señoras de la Vela y Oración ante el Santísimo Sacramento, de la Conferencia de Señoras de San José, de la Congregación de Siervas Seglares del Santo Hospital de Nuestra Señora de Gracia, de la Asociación de Señoras para la visita domiciliaria y de la Escuela dominical de Nuestra Señora del Pilar. Fue secretario del segundo Congreso Católico Nacional, promotor en el Concilio provincial, celebrado en Zaragoza en 1908 por el excelentísimo señor don Juan Soldevila y Romero; decano de la facultad de Derecho en el Seminario Pontificio cesaraugustano; fiscal de la diócesis, examinador sinodal, y, alguna vez, en ausencia del señor Soldevila, gobernador eclesiástico del arzobispado.

Su Majestad el rey le nombró su predicador y capellán de honor en 1883 y el mismo cargo de capellán desempeñó durante muchos años en la Real Maestranza de Caballería de Zaragoza. Fue durante treinta años director-presidente de la Real Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País, de la Caja de Ahorros, presidente del Patronato Aznares desde su constitución y, además, vocal de la Junta provincial de Instrucción pública, de la Comisión provincial de Fomento, de la Comisión que entiende en la publicación de los Cronistas Aragoneses, de la Comisión provincial de Monumentos y del Patronato de Museos. La Real Academia de Bellas Artes de San Luis de Zaragoza le nombró académico de número en 1898, siendo, además, socio correspondiente de la Real de Bellas Artes de San Fernando y de la Sevillana de Buenas Letras; socio de mérito del Ateneo de Zaragoza, de las Sociedades Económicas Matritense, Barcelonesa, Compostelana, Reusense y otras. Fue el impulsor de la Exposición Hispano-Francesa que se celebró en Zaragoza en 1908.

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