Celebramos la figura
del esfuerzo y el sudor
que representa el oficio
del sufrido labrador.
La huella de nuestros padres
por estos campos quedó
y el sementero nos cuenta
de su hombría, y de su honor.
Sobre la tierra reseca
pasando frío y calor,
dejaron aquí sus vidas
con entrega y con valor
Huebras que esperan la lluvia
como el milagro mayor
para engendrar las espigas
entre amapolas y sol.
Montes que saben de penas
de pobrezas y dolor,
regados con esperanza
y con gotas de sudor.
Surcos que guardan memoria
de la gavilla y la hoz.
Hoy han pasado a los hijos
que los cuidan con amor.
Tú, nuestro santo querido
y del campo protector:
¡ampáranos desde el cielo,
San Isidro Labrador!
Escucha cada plegaria
brotando del corazón.
Y en esta tierra que amamos,
gracia derramen tus manos
y nos den su bendición.
¡Viva San Isidro!
Autora : Teresa Rubira Loren.
Muy bueno, Teresa, no podías dejar a nuestro pueblo, sin la poesía de alguna celebración ..Gracias
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