Con este apartado no pretendemos enseñar nada nuevo que no pueda encontrarse en la red, sino mas bien resumir de la forma mas breve posible el origen y transcurrir de nuestra lotería nacional con los datos recogidos en los magníficos libros de Carlos Fabé Fernández y José Altabella editados en 1949 y 1962 respectivamente y en el fenomenal trabajo realizado por Cecilia Font de Villanueva titulado: La aparición de la Lotería en España. |
Carlos III instauró la lotería en España
| De todos es conocido que la Lotería Nacional Española es una de las que goza de mas fama y prestigio a nivel mundial; pero para conocer sus orígenes, hemos de remontarnos al siglo XVIII en el reinado de Carlos III, cuando la Hacienda Pública Española atravesaba por momentos difíciles en los que a pesar de las continuas reformas del sistema fiscal no se lograba frenar el creciente déficit público. Es entonces cuando surge la lotería como una decisión fiscal, pero encubierta bajo la apariencia de un juego en el que todos podían participar y obtener premios. La lotería era en realidad un impuesto encubierto que debía aportar nuevos ingresos a las arcas reales. Es este monarca quien encomienda al Marqués de Esquilache, Ministro de Hacienda por aquel entonces, hiciese venir de Nápoles al director de la lotto napolitana, don José Peya, para que pusiese en marcha la lotería española. Con un Real Decreto de 30 de septiembre de 1763 la lotería en España queda instaurada. El primer sorteo de esta Lotería Real, denominada como “beneficiata o primitiva”, se celebró, a modo de ensayo y solo para Madrid, el 10 de Diciembre de ese mismo año en la Sala del Consejo de Hacienda. La sede de esta lotería se estableció en la capital de España, en un principio en un caserón de la antigua plaza de San Ildefonso, siendo Director y Administrador General el anteriormente citado don José Peya, para posteriormente ser ampliada con otra oficina en la calle de los Trinitarios Descalzos. En sus comienzos no gozó de la simpatía popular, por lo que en 1767 y con objeto de aumentar los beneficios, se comenzaron a fijar las primeras reformas, que consistían en aumentar los porcentajes de los premios y prohibir otros juegos de azar y loterías extranjeras. Es durante el reinado de Carlos IV, cuando su carácter benéfico comenzó a apreciarse, pues el Estado donaba parte de los beneficios a hospitales, centros de beneficencia, eclesiásticos, hospicios y montepíos. |
Hacia 1769 se estableció en Méjico otra lotería distinta al modelo italiano, que consistía en la impresión de cada sorteo en billetes enteros, medios o cuartos, al igual que actualmente se hace con los décimos. Este tipo de lotería sería la que casi un siglo después desplazase a la Primitiva y se implantase en España. Así el 23 de Noviembre de 1811, siendo Ministro de Hacienda y Cámara de Indias, el magistrado sevillano don Ciriaco González de Carvajal, las Cortes de Cádiz aprobaban por unanimidad la propuesta a este nuevo tipo de lotería, mediante la cual el Estado pretendía una vez mas incrementar las maltrechas arcas del Tesoro que con motivo de la sanguinaria guerra contra Napoleón se estaba produciendo. El primer sorteo de la conocida como lotería "moderna o nacional", se celebró el 4 de marzo de 1812 a las nueve de la mañana en la Oficina Central sita en el número 10 de la Plaza de San Antonio de Cádiz, quince días antes de aprobarse la Constitución de la Monarquía Española. El sistema de juego era muy similar al que conocemos hoy en día, los billetes estaban impresos a una sola cara con la firma de los dos directores generales y la cantidad destinada a repartir entre los 250 premios y 500 aproximaciones era de 30.000 pesos fuertes, siendo el premio mayor de 8.000 pesos (unos 120 euros). En un principio la celebración de los sorteos se limitaba a Cádiz y San Fernando, pero más tarde pasaron a Ceuta y posteriormente, con la retirada de los ejércitos napoleónicos, se extendieron por Andalucía al resto de España. El último sorteo de lotería moderna efectuado en Cádiz tuvo lugar el día 27 de enero de 1.814, constituyéndose nuevamente la Dirección de Loterías en Madrid quien celebró su primer sorteo el día 28 de febrero de ese mismo año. |
La gran satisfacción creada por esta lotería entre toda la población, hizo pensar al monarca Fernando VII en introducir sorteos extraordinarios con mayores premios, siendo el de Navidad el de mayor aceptación y el que se mantiene como tradición en nuestros días desde 1892, aunque esta denominación no figuró en los décimos hasta 1897 y por tanto, sus orígenes se relacionan más con esta fecha. Ambas loterías, primitiva y moderna, coexistieron durante más de medio siglo, pero vista la preferencia del público por esta última, en 1862 la lotería primitiva fue suprimida por el Gobierno. Este hecho supuso que el Estado decidiese aumentar los beneficios de la moderna, llegando a introducir en la Ley de Presupuestos de 1866-67 un aumento del 5 por 100 en la retención de los ingresos de cada sorteo pasando por tanto a ser del 30 por cien en lugar del 25 y creando un impuesto especial del 10% sobre los premios agraciados, el cual quedo abolido en 1878. | |
Cuarto de billete sorteado en Cádiz en 1812 |
A partir de 1881, mediante la Ley del 31 de Diciembre, el Estado intensifica su monopolio suprimiendo todas las rifas de carácter permanente y loterías particulares. En 1904 se ratifica la prohibición de concurrir loterías extranjeras y en 1913 se decide poner fin a las rifas de carácter benéfico que se venían autorizando ocasionalmente. Con estas medidas, el Estado lograba el poder absoluto sobre el juego de la Lotería. Los años siguientes, todo sigue igual, salvo que se introducen pequeños cambios que afectaban al precio de los billetes, fechas de los sorteos y número de series y sorteos. Este aumento en el número de sorteos, hizo que se celebrase el 11 de Octubre de 1924 el primer sorteo de la Cruz Roja, siendo Director General de Loterías, don Juan Ródenas. Y ya en 1927, con don Arturo Forcat, como Director general del Tesoro, se creó también el sorteo extraordinario a beneficio de la Ciudad Universitaria, realizándose el primero de ellos el 17 de Mayo de 1928. Una Ley del 12 de Diciembre del 42 puso fin al carácter benéfico de este sorteo. Con el estallido de la Guerra Civil, España se dividió en dos zonas, y ambas celebraron sorteos de lotería. Valencia se constituyó en un principio como sede de la lotería republicana ante el avance de las tropas nacionales a la capital, para trasladarse después a Barcelona. El primero celebrado en la Ciudad Condal coincidió con el de Navidad y tuvo lugar el 22 de diciembre de 1937 en el antiguo Café Lyon Dór. |
Diferentes tipos de Lotería Patriótica
| Otras ciudades se sumaron también a la celebración de sorteos extraordinarios de ámbito restringido con el objeto de recaudar fondos a beneficio de los combatientes. Así, Zaragoza, Cádiz, Sevilla, Jerez de la Frontera, Córdoba, Granada, Cáceres, Badajoz, La Coruña, Pontevedra e incluso Baleares, editaron sus correspondientes billetes con la denominación de Lotería Patriótica. El otro bando de la contienda, la llamada “Zona Nacional”, estableció en Burgos la ciudad donde debían efectuarse los sorteos, celebrando el primero de ellos el 1 de Abril de 1938 en el Colegio de los Hermanos Maristas. En este lugar permaneció hasta julio de 1939 fecha en la que se trasladó nuevamente a Madrid. Cabe reseñar que en el primer sorteo celebrado el 1 de Agosto de ese mismo año en la capital de España, una vez acabada la guerra, aún figuraba Burgos como lugar de celebración, debido a que los billetes habían sido impresos con anterioridad por una empresa particular de Bilbao, no figurando Madrid hasta el sorteo del 1 de Septiembre de 1939 y hubo que esperar hasta el 1 de febrero de 1940 para poner a la venta los décimos con el pie de imprenta de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre. En los años siguientes se sucedieron cambios y variaciones tanto en las fechas de sorteos, como en los precios y número de emisiones. Conviene resaltar algunas fechas como la del 5 de enero de 1941, día en que este sorteo pasa a denominarse como “Sorteo del Niño” o la del 5 febrero de 1945, en la que se estableció la novedad de premiar con un premio menor a todos aquellos números que coincidiesen sus dos últimas cifras con la del primer premio. Ya en 1958 y debido al auge que experimentó nuestra lotería nacional, España asiste al II Congreso Internacional de Loterías de Estado y dos años mas tarde, coincidiendo con la impresión de billetes dedicados a la mujer, este Organismo designa a nuestro país como sede del IV Congreso y nos otorga la Presidencia de la Asociación Internacional de Loterías. En 1962 se celebra una Exposición Internacional de Lotería, conmemorativa del II centenario de la Lotería Española y un año mas tarde se inaugura la hasta hace poco, sede de la Lotería Nacional en la |
calle de Guzmán El Bueno, pero no será en este edificio de la capital madrileña, sino en Cádiz donde se llegue a celebrar el 4 de Marzo de 1969, el sorteo número 5.000. Es en la década de los 70 cuando nuestra lotería comienza su gran transformación, informatizando los servicios e introduciendo la numeración magnética y nuevas técnicas en el proceso de distribución de billetes. El número de sorteos se incrementa hasta alcanzar los 50 por año, y en 1979 un Real Decreto fija en 3 meses la caducidad para el cobro de los premios que hasta entonces había sido de 6 meses. Esta disposición entra en vigor el 1 de Enero de 1980. Desde entonces, la lotería nacional ha ido homenajeando al mundo de la Cultura, la Prensa o el Teatro y conmemorando la celebración de importantes actos internacionales, como el mundial de España del 82 o el V Centenario del Descubrimiento de América. También cabe reseñar la celebración el 8 de Octubre de 1988 del Primer Sorteo Europeo en el Teatro Real de Madrid, en el que tomaron parte, junto a España, las loterías estatales de Bélgica, Francia, Luxemburgo, Portugal, Suecia, Suiza y Turquía. |
En la década de los 90 se continua con la celebración de Sorteos Extraordinarios como el que tuvo lugar en la ciudad de Queretaro (México) dedicado al mundo Iberoamericano o los celebrados en 1991 para presentar a Madrid como Capital Europea de la Cultura. Es en julio de este mismo año cuando la Lotería Nacional inicia una nueva etapa en lo que a modalidad de sorteos se refiere, ya que apuesta por introducir un sorteo que se había de celebrar quincenalmente, tras finalizar la extracción de premios de la Lotería Nacional y que paso a denominarse como “Sorteo del Zodiaco”, cuya peculiaridad destaca por sustituir las cifras tradicionales de las series por los doce signos zodiacales. Inicialmente fueron solo cuatro los sorteos quincenales celebrados, ya que a partir del 7 de septiembre de 1991 pasaron a celebrarse cada semana. Otra de las características de estos sorteos radicaba en que los décimos eran más económicos y así se permitía la participación de aquellos con menor poder adquisitivo. En julio del 93, este sorteo modifico su estructura de premios pero mantuvo su precio y pasó a recibir el nombre de “Zodiaco Millonario”, el cual a su vez fue sustituido, el 3 de Febrero de 1994, por otra nueva modalidad de juego cuya celebración tendría lugar todos los jueves del año, por lo que acabó recibiendo el nombre de "Sorteo del Jueves". | Primeros sorteos del Zodiaco y los Jueves |
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Pero si hubiese que incidir en un año de esta década, sin duda habría que referirse a 1992. Un año repleto de acontecimientos en los que nuestra Lotería no quiso pasar inadvertida, celebrando el 9 de Mayo en el recinto de la Expo-92 de Sevilla el I Sorteo Extraordinario Universal en el que participaron países de cuatro continentes. Con el cambio de milenio el sistema de los sorteos sigue en su línea y la ilustración de sus décimos continua ofreciendo temas monográficos concretos año tras año, sin menoscabo de introducir y divulgar aquellos eventos, conmemoraciones, aniversarios o efemérides que por su interés general merezca la pena reseñar, como los dedicados a la Asociación Española contra el cáncer, Sorteos Europeos, la Cruz Roja Española, Olimpiadas, Campeonatos o tantos otros que sería demasiado largo para enumerarlos a todos. Para concluir, y como hemos podido venir observando a lo largo de la historia de nuestra Lotería Nacional Española y salvo pequeñas variaciones lógicas producidas con el transcurrir de estos mas de 200 años de vida, se puede afirmar tal y como predijo Laureano Figuerola, Ministro de Hacienda en 1870, que ha perdurado en el tiempo hasta llegar a nuestros días; con el resultado de conseguir reavivar la ilusión y esperanza en algunos, ser una importante fuente de ingresos para el sostenimiento del Estado, incrementar el bienestar en los que han tenido la fortuna de verse agraciados con sus premios y satisfacer a todos los que nos dedicamos a coleccionar sus décimos.
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