jueves, 14 de enero de 2021

VIVIR EN POSITIVO… EN TIEMPOS DE PANDEMIA. Autora : Aurelia Garcia. Psicóloga - escritora.

 



Recientemente, ha surgido la Psicología Positiva, como una nueva rama de la psicología, que pretende no sólo ayudar a resolver los problemas de salud mental, sino también lograr alcanzar una mejor calidad de vida y bienestar. 

Y no es casualidad que esta nueva especialidad se haya implantado con tanta fuerza justo ahora, en esta época tan crítica de nuestra historia. Cada día somos más conscientes de la necesidad de un cambio en la sociedad, pero sabemos que ese cambio debe comenzar por uno mismo. 

A través de estas líneas, me gustaría aportar mi granito de arena para ayudarte a realizar ese cambio, para que la palabra “disfrutar” se instale en tu día a día.

Una persona con pensamientos negativos, paradójicamente, se cree muy realista, porque tiene un falso mecanismo para demostrarse a sí misma que tiene razón: piensa mal y se siente mal, pero conforme se siente mal, parece como si se diera la razón de que lo que piensa es cierto y que no existe otro modo de entenderlo.

En cambio, una persona positiva reconoce que su forma de pensar es primordial para superar una situación difícil, por eso intenta racionalizar su pensamiento y ajustarlo al tamaño de la realidad. En definitiva, sabe que  “somos lo que pensamos” y que si piensa de forma adecuada, su respuesta lo será también, y que si piensa en negativo… su emoción y su actitud irán en ese mismo sentido, y las consecuencias desagradables aparecerán instantáneamente.

En Psicología se dice que, cuando en nuestra mente trabajamos con pensamientos negativos, es necesario realizar dos procesos: detención y detección del pensamiento. Es decir, por un lado, es muy importante saber parar el pensamiento, hacer que vaya más despacio, porque los pensamientos negativos van muy rápidos, como estrellas fugaces que no da tiempo a parar, y al mismo tiempo son muchos pensamientos los que están en mi cabeza y me hacen tener la sensación de que me va a explotar de un momento a otro. Y, por otro lado, detección quiere decir detectar, encontrar, como si tuviéramos un detector de metales, en este caso un detector de pensamientos, que nos pudiera ayudar a encontrar esos pensamientos negativos que están provocando el problema. 

Por tanto, nuestro trabajo para aprender a pensar en positivo consistiría en ordenar nuestra mente, reconocer los pensamientos y saber con certeza cuáles tengo que creer y cuáles no. En definitiva, se trata de hacer más consciente el pensamiento, racionalizarlo y no dejarse engañar.

Te propongo que hagas un sencillo test para descubrir tu manera de pensar: si tiendes a ser positivo o, por el contrario, te dejas llevar por la negatividad.

Test para descubrir tus pensamientos:

1. ¿Tiendes a pensar de forma catastrofista sobre tu futuro?

A) Nunca.

B) A veces.

C) Con frecuencia.

2. ¿Crees que si una vez te ocurrió algo malo en una determinada situación, se volverá a repetir?

A) Nunca.

B) A veces.

C) Con frecuencia.

3. ¿Tienes costumbre de intentar adivinar el pensamiento de los demás?

A) Nunca.

B) A veces.

C) Con frecuencia.

4. ¿Sueles arrepentirte de cosas que has dicho o hecho en tu pasado?

A) Nunca.

B) A veces.

C) Con frecuencia.

5. ¿Eres muy exigente contigo mismo?

A) Nunca.

B) A veces.

C) Con frecuencia.

6. ¿Crees sinceramente que hay que medir las palabras contigo?

A) Nunca.

B) A veces.

C) Con frecuencia.

7. ¿Tiendes a compararte con los demás y sentirte inferior?

A) Nunca.

B) A veces.

C) Con frecuencia.

8. ¿Acostumbras a filtrar las situaciones que vives y quedarte con los detalles negativos?

A) Nunca.

B) A veces.

C) Con frecuencia.

9. ¿Te sueles echar las culpas de los problemas?

A) Nunca.

B) A veces.

C) Con frecuencia.

10. ¿Eres extremista?

A) Nunca.

B) A veces.

C) Con frecuencia.

11. ¿Algunos de tus pensamientos comienzan por “y si…”?

A) Nunca.

B) A veces.

C) Con frecuencia.

12. ¿Te sientes agobiado y controlado por determinadas personas de tu entorno?

A) Nunca.

B) A veces.

C) Con frecuencia.

13. ¿Tienes tendencia a obsesionarte y darle muchas vueltas a lo mismo?

A) Nunca.

B) A veces.

C) Con frecuencia.

14. ¿Tienes frecuentes cambios de carácter?

A) Nunca.

B) A veces.

C) Con frecuencia.

15. ¿Eres aprensivo o hipocondriaco?

A) Nunca.

B) A veces.

C) Con frecuencia.

16. ¿Abandonas o pospones lo que debes hacer por miedo a fracasar o por pereza?

A) Nunca.

B) A veces.

C) Con frecuencia.

17. ¿Presientes miradas y comentarios sobre ti cuando vas por la calle o entras a un sitio?

A) Nunca.

B) A veces.

C) Con frecuencia.

18. ¿Sacas a relucir “trapos sucios” en tus conversaciones?

A) Nunca.

B) A veces.

C) Con frecuencia.

19. ¿Etiquetas a las personas con descalificativos?

A) Nunca.

B) A veces.

C) Con frecuencia.

20. ¿Y tú, te autoetiquetas resaltando tus defectos?

A) Nunca.

B) A veces.

C) Con frecuencia.


RESULTADOS:

Suma las veces que has marcado cada letra y comprueba si tus pensamientos son positivos o negativos.

• Si tienes mayoría de A: Eres una persona muy positiva, con una alta capacidad para sobreponerte a las situaciones difíciles, de trato fácil, abierta, comprensiva y muy optimista.

• Si tienes mayoría de B: Eres algo inseguro y con tendencia a sufrir ansiedad, aunque te esfuerzas en controlarte y en reaccionar a tiempo ante la negatividad. No obstante, analiza las preguntas en las que más tiendes a flaquear y toma las medidas oportunas para mejorar un poco más.

• Si tienes mayoría de C: El miedo vive en ti y en muchas ocasiones se apodera de tu mente, provocando intensas fobias que se traducen en crisis de ansiedad y pánico. Es imprescindible que acudas a un especialista (psiquiatra y/o psicólogo) y no lo dejes pasar, no merece la pena sufrir por cosas que pueden tener solución si te dejas ayudar.


CONSEJOS:

Una vez que ya has podido reflexionar sobre tu propio pensamiento a través de este cuestionario, lo más importante ahora es darte a conocer unas nociones básicas que te ayuden a mejorar, a sentirte más positivo, eliminando ciertas ideas o cambiándolas por pensamientos apropiados.

Identifícate con uno de los siguientes perfiles y toma nota de los consejos que te damos para ir consiguiendo poco a poco tu bienestar:


• Catastrofista: Esperas siempre que suceda algo malo.

No somos adivinos, no tenemos ninguna bola de cristal para ver nuestro futuro, pero sí que es cierto que vivir situaciones negativas en nuestra imaginación nos puede hacer sufrir mucho más, incluso, que si las viviéramos realmente. No tiene ningún sentido desperdiciar el tiempo pensando en ello, lo más inteligente es disfrutar el presente, el hoy, que es el regalo que cada día nos da la vida.

• Aprensiva: Constantemente te estás analizando y encontrándote supuestos síntomas de determinadas enfermedades, como si pretendieras ser tu propio médico. 

Y la pura verdad es que no somos médicos ni tenemos que pretender serlo, ni con nosotros ni con nadie.  

• Obsesiva: no puedes apartar de tu mente ciertos pensamientos que te hacen sentirte muy mal.

Ante una obsesión negativa, debes crear otra obsesión positiva, algo agradable en qué ocupar tu mente para distraerte y sentirte bien. Pon empeño en ello y, poco a poco, los pensamientos negativos se irán desvaneciendo.

• Polarizada: Ves las cosas por extremos, o todo es perfecto o todo es un desastre. Tu mente no ve el término medio.

Evita utilizar palabras que indiquen extremismo: no, nunca, todo, nada, siempre… Por ejemplo: no se puede decir “todo me sale mal”, porque en realidad es normal cometer errores, y a veces nos salen mejor las cosas y, otras veces, peor. No podemos generalizar.

• Suspicaz: Tiendes a pensar que todo lo que hace, dice o piensa la gente, es una forma de reacción hacia ti. Sueles malinterpretar comentarios, miradas y gestos, creyendo que van a por ti.

De nuevo te digo que no somos adivinos y que no podemos controlar lo que los demás hagan, digan o piensen, pero sí que debemos controlar lo que nosotros mismos pensamos, educando nuestra mente en positivo, por nuestro bien y por el de los que nos rodean.

• Estancada en el pasado: Viajas constantemente al pasado arrepintiéndote de cosas que has dicho o hecho. 

Es muy importante que cierres determinadas puertas de tu pasado, pues su recuerdo sólo engendra más negativismo e impide que entre aire nuevo en tu vida.

• Controladora: Eres excesivamente responsable y no te permites cometer errores ni distracciones.

Tanta exigencia sobre ti deriva también en exigencia sobre los demás y, como consecuencia, implica un alto nivel de ansiedad, que no compensa. Qué importante y necesario es que aprendas a ser más flexible y perdonarte esos errores. No somos perfectos ni podemos pretender serlo y, además, en esta vida es de los errores de lo que más se aprende, sin duda alguna.

• Juez: Buscas culpables de tus problemas. Unas veces, te acusas tú mismo y, otras veces, echas la culpa a otra persona.

Borra de tu vocabulario la palabra “culpabilidad” y sustitúyela por “responsabilidad”. Comprobarás que, cuando actúas como culpable, te sientes estancada y, en cambio, si eres responsable, siempre avanzarás buscando las soluciones apropiadas. Decide en positivo.

• Insegura: Tu complejo de inferioridad te impide creer en ti, en tus posibilidades, y con demasiada frecuencia te comparas con los demás, viéndote siempre por debajo de todo el mundo, con lo cual tu autoestima se resiente considerablemente.

Aplícate entonces el dicho tan popular: “Las comparaciones son odiosas”. Pues nadie es más que otro, todos tenemos cualidades buenas y otras menos buenas, nadie hay perfecto y la envidia no es nada saludable.

• Permisiva: Te convences a ti mismo de creer ser positivo cuando te das permiso para no cumplir con las obligaciones y responsabilidades.

Los pensamientos positivos en este caso se descubren quitándose la venda de los ojos, no engañándose para permitirse lujos que no corresponden y, sobre todo, pensando que, aunque en un principio la realidad no nos agrade por las obligaciones que implica, a la larga seremos recompensados por el esfuerzo realizado y comprenderemos que ha merecido la pena.


¡Vive siempre en positivo! ¡Vive siempre tu presente!


AURELIA GARCÍA

Psicóloga - escritora

1 comentario:

  1. La psicología soporta muy bien el papel...llevar a la práctica estos consejos no es tan fácil como parece

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