Mi viejo barrio de San Antón , quedastes atrapado en mi corazón cuando era un niño y ni el paso de los años ha podido olvidarte , han pasado décadas , pero tu siempre estas ahi , vuelvo y te encuentro. Este año ha sido diferente, pero todo sigue igual, siguen mis recuerdos de infancia , sigo escuchando el sonido de las caballerias, en busca del abrevadero , al fondo la llamada de mi madre para comer , entre las fachadas blancas y encaladas, en una plaza cargada de historia .
Este año no fui, pero estuve allí presente , con la imaginación y con la fantasía de la infancia, como olvidarme de jugar en sus calles, de como tocar la campana en aquellas escaleras que subian al coro, de pedir una limosna para San Antón, a veces por las calles frias y empinadas de nuestro pueblo , y al atardecer degustar esas carnes y patatas asadas que asaba mi abuelo, entre las brasas de una plaza rebosante de gente. En estos días me he acordado de mi gente, de aquellas otras personas, que recorrieron sus calles, que participaban en busca de las carretadas con aquellos carros con ruedas de radio, de intensas madrugadas, entre caminos polvorientos y a veces resecos.
Nada ni nadie, puede arrebatarnos aquellas vivencias, cuando la plaza estaba de tierra , cuando en las fachadas había estacas para atar las caballerías , cuando en la rifa se subastaban las colas del cerdo muy abundantes entonces en todas las casas . Todo a cambiado, pero la lumbre nunca se apaga en San Antón.
Autor : Anonimo .
¡Qué recuerdos más bonitos! ¡Todos estuvimos allí esa noche! Sobre todo, este año tan especial. ¡Viva san Antón!
ResponderEliminarEntrañable plaza en la que las personas que la habitan o que vivieron allí en algún momento, no son simplemente vecinos, son familia. Felicidades a todos ellos por formar parte de esa plaza única en nuestro pueblo. ¡Viva San Antón!
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