jueves, 30 de marzo de 2017
RECORDANDO A QUINTO. Autor : Diego Lasala Gerique.
Quinto de Ebro, en los años 1940 y posteriormente, ahora solamente Quinto, en cuya lucha por esto participó Teodoro Joaquin, escritor de la revista Atalaya y gran defensor de la rehabilitación de la casa del cura en la población quintana.
En los años mencionados en las escuelas nacionales de niños solo habia dos maestros, Don Quintin y Don Arturo, mucho trabajo manual y canto de la época para lo cual venia un señor para el canto desde Zaragoza, dos temas a los que yo era reaccio para ellos, no me falto trabajo, mi misión era corregir deberes y a la vez a los mas pequeños ponerles yo los deberes y que nadie estuviera sin trabajo.
En el recreo un juego muy bonito que servía para estar la mente atenta y despejada con las palabras, que llamaban el juego del " ahorcado ", juego que le gusto mucho a mi maestro de Hijar cuando volvi al pueblo y que tendria que atacar para ponerme a la altura de mis compañeros , no me importo ni me asusto esto, otro juego " Rey y verdugo " un poco fuerte, yo sufri las consecuencias de ello, pero a la primera ocasión devolvi la pelota multiplicada por cien, quien me puso la mano morada después lloro sangre por ella, siempre se aceptaba el castigo, nunca se renuncio a él, ni se iba del juego sin ser castigado.
Fuera de clase : trinquete, calles, bicicleta en la cual me recordaba mucho Teodoro Joaquin, huertas, cabezos, busca de nidos encontramos uno de cucos a raiz del suelo que cuando intentabas cogerlos, estaban de culo lanzaban sus heces que abrasaban como un fuerte suertidor, los dejamos y se quedarón tal como estaban, frontón donde teniamos que correr para alcanzar la pelota.
Se quedaron muchas amistades de mis padres en Quinto, Sr Angel y esposa, padres Rosario y Tere y todas las primas y familias de estas, la hijana del horno la Tía Carmen La Roya, los materiales y como no, la Tía Gregoria y la Tía Juliana, madre e hija dueñas de la casa de la Nevería.
Yo disfrute pasados muchos años después de la del inolvidable Teodoro Joaquin Corral Iliaque, perteneciente al voluntariado que desde Esplugas de Llobregat su residencia, debido a una fotografia del grupo escolar publicada en la Atalaya, con llamadas a los Lasalas de la guia telefonica aragonesa me localizo a mi en Zaragoza, fuimos muy amigos, constantemente hablabamos por telefono, me hizo varias visitas a Zaragoza, hasta que un dia desde Esplugas de Lllobregat, se puede decir se despidio de mi sin decirme las causas, dejo de llamarme, las mias no las cogia, llegado el verano un hijarano residente en Esplugas de Lllobregat, que lo conocia, me dijo dejó de ir a la plaza donde se reunian, por averiguaciones de todos amigos que se reunian en la plaza, no sabian de que estaba fallecido.
Con mi padre alguna vez, iba a pescar al Ebro donde tuve la suerte de pescar mi primera y unica anguila por mi pescada.
Con mi padre cuando iba a lavar al Ebro en sitio de poco pozo ya que el rio se partia en dos, formando una majada, me bañaba por ser de poco pozo y aun asi sufria mi madre pensando que me ahogaba.
Autor : Diego Lasala Gerique.
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Menuda memoria tiene mi abuelo, la de un jovenzolano.
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