El paso inferior de la A-68 bajo la rotonda que cruza con el Cuarto Cinturón verá la luz con diez meses de retraso sobre la fecha prevista, este lunes 21 de julio .
Alivio para los más de 28.000 vehículos, 3.000 de ellos camiones, que pasan a diario por la conflictiva rotonda de la que carretera de Castellón (A-68) que cruza con el cuarto cinturón (Z-40), un punto negro en el tráfico de Zaragoza desde hace ya 20 años. El falso túnel llamado a aliviar la histórica congestión del tráfico en el acceso sureste a Zaragoza será por fin una realidad. La construcción de un paso inferior para soterrar la autovía A-68 a su paso por esta gloriete encara sus últimos retoques tras meses de retrasos, modificaciones del proyecto y ajustes técnicos.
En las inmediaciones de la infraestructura ya es visible la práctica culminación de los trabajos, con los cuatro carriles —dos por sentido— listos para entrar en servicio, algo que ocurrirá finalmente el próximo lunes. La apertura al tráfico del túnel llega con una demora considerable respecto a los plazos previstos. El Gobierno central aspiraba a tenerlo operativo en un año, lo que implicaba su finalización en septiembre de 2024. Sin embargo, los trabajos se han alargado hasta julio de 2025, acumulando 10 meses de retraso.
Modificación al alza del presupuesto de la obra
Los contratistas --Marco Infraestructuras y Medio Ambiente y ACSA Obras e Infraestructuras-- habían ejecutado un 85% de los trabajos hasta mediados del pasado mes de mayo, según informaron en su día fuentes del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible. Para completar la actuación, el ministerio aprobó un modificado de obra valorado en 2,49 millones de euros, lo que supone un incremento del 12% respecto al presupuesto inicial y eleva la inversión pública a algo más de 22,3 millones. Este sobrecoste ha permitido incorporar un revestimiento con paneles de acero vitrificado en el paso inferior para mejorar la iluminación, además de ajustes estructurales y la reposición de servicios afectados como el escorredero de San Antonio. Precisamente la modificación del cauce de este canal, que discurre bajo la rotonda y canaliza aguas sobrantes del canal Imperial, fue uno de los factores clave en la demora de las obras, al requerir autorización específica de la Confederación Hidrográfica del Ebro.
También se ha mejorado el diseño y la funcionalidad de los desvíos provisionales empleados durante la ejecución de las obras, aplicando tecnología big data para analizar los patrones de tráfico. Esta estrategia, reconocen vecinos y empresarios de La Cartuja y la Ribera Baja del Ebro, ha contribuido a mejorar la fluidez de los accesos incluso durante los trabajos.
Fin a un cuello de botella
El paso inferior era una de las actuaciones más reivindicadas en la red viaria del entorno metropolitano de Zaragoza. La Plataforma por el Soterramiento del Cuarto Cinturón, formada por vecinos y colectivos afectados, recogió en 2018 cerca de 6.500 firmas para reclamar esta infraestructura. No en vano, este punto acumula una media de 28.500 vehículos diarios, cifra que los viernes supera los 33.000, con frecuentes atascos en horas punta.
El túnel tiene una longitud de 535 metros y discurre por debajo de la rotonda que conecta la A-68 con la Z-40. Está diseñado con dos carriles por sentido y cuenta con vías lateales paralelas a las calzadas de la A-68 para canalizar el tráfico entre la autovía, la circunvalación y los polígonos industriales colindantes. El modelo es similar al que ya funciona en la rotonda de la MAZ, por la que se accede a Zaragoza desde la carretera de Huesca.
Fuente : El Periodico de Aragón.
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