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viernes, 1 de noviembre de 2024

¿Por qué hay cipreses en los cementerios? El mito de Apolo y Cipariso.

 


¿Por qué hay cipreses en los cementerios?

En la mayoría de países de la cuenca mediterránea y especialmente en España, uno de los árboles que más habitualmente vemos en los cementerios son los cipreses. La explicación oficial es que se plantaban porque con su altura representaban las plegarias que se elevaban a Dios desde la Tierra por los que habían fallecido. Otro motivo más prosaico es que el ciprés es un árbol que no necesita grandes cuidados, es de hoja perenne y sus raíces pivotantes crecen en profundidad sin perjudicar los muros o construcciones que queden próximas.

Sin embargo, desde la antigua Grecia nos llega una historia mucho más hermosa que trata de explicar por qué crecen este tipo de árboles en los camposantos; es el mito de Apolo y Ciparisos.


Mito de Apolo y Ciparisos




Antes de relatar el mito es necesario apuntar que en la Grecia clásica las relaciones entre un joven adolescente, entre 15 y 18 años, conocido como «erómenos» y un hombre adulto sobre la treintena, el «erastes», y que no pertenecieran a la familia próxima, era una tradición educativa y de formación moral entre la aristocracia. Desde Homero se consideraba un elemento esencial de la cultura griega. Si quieres saber más sobre este tema te invitamos a leer el post: La sexualidad en la Antigua Grecia. Dentro de este tipo de relación es donde se enclava la de Cipariso y Apolo.

Ciparisos era un bello e inocente joven, hijo de Télefo que era descendiente del héroe Heracles. Varios dioses se enamoraron de él, pero el joven únicamente entregó su amor a Apolo. El dios le obsequió un ciervo de su rebaño sagrado. Ciparisos estaba entusiasmado y no se separaba jamás del animal. Apolo también enseñó al chico el arte de la caza con jabalina y a disparar el arco. Un día que Ciparisos estaba practicando con la jabalina, por error le dio al ciervo equivocado y mató a su querida mascota.

El joven no paraba de gemir y de sentirse enormemente desgraciado, tanto que le pidió a Apolo que le concediera un deseo y el dios, enamorado, no pudo negárselo. Quería poder llorar eternamente a su amigo muerto. Apolo lo convirtió en un ciprés y desde entonces es el árbol que se planta en los cementerios, significando el dolor y el duelo.


CEMENTERIO  DE  HIJAR.



El origen de Halloween: qué significa y por qué se celebra el 31 de octubre.

 


La historia de la celebración de la víspera de Todos los Santos se remonta a más de 3.000 años de antigüedad.

Es una de las fiestas más populares e internacionales del mundo. En España, apenas se celebraba hasta que hace unos años se puso de moda y se terminó importando desde Estados Unidos.

Se la conoce como la Noche de las Brujas y no solamente implica una noche de terror, disfraces y 'truco o trato' (el popular juego de niños para conseguir caramelos en las casas de los vecindarios), sino que se refiere también a la víspera de Todos los Santos y cuya historia se remonta a más de 3.000 años de antigüedad.

¿Cuál es el significado y origen de Halloween?

Halloween no es más que la contracción de la expresión 'All Hallows Eve' (Noche de Todos los Santos) y es una fiesta cuyo origen está en el mundo celta, concretamente en la fiesta pagana de Samhain.

Los orígenes se remontan a Irlanda hace más de 3.000 años, ya que coincidiendo con el solsticio de otoño, los campesinos celebraban el fin de la temporada bajo la creencia de que durante esa noche del 31 de octubre los espíritus caminaban entre los vivos.

Las leyendas explican que los espíritus podían atravesar la línea que separaba el mundo de los vivos del de los muertos justo esa noche porque era cuando esta más se estrechaba.

Por qué se celebra el 31 de octubre

Según las leyendas, la gente se protegía de los espíritus malignos y los intentaba alejar mediante hogueras, o máscaras y disfraces para evitar ser reconocidos. También colocaban en sus casas huesos, calaveras o cualquier otro objeto relacionado con la muerte.

Pero no sólo los espíritus malos cruzaban la línea, también lo hacían los buenos. Por tanto, mucha gente comenzó a organizar esa noche del 31 de octubre banquetas en honor a estos espíritus buenos como forma de homenajearlos y comunicarse con ellos.