Un tesoro dentro de casa , el hijarano asegura que familiares y conocidos ya saben de su afición y le traen recuerdos para ampliar la colección cada vez que ven un nuevo objeto.
Damián Ferrer recuerda perfectamente su participación como Oficial en un acto en la localidad albaceteña de Tobarra. Fue en 1986, año en el que el municipio e Híjar se hermanaron. De allí volvió con un pequeño montón de recuerdos, todos ellos acabaron en un cajón del despacho. Lo mismo ocurrió el año siguiente, y el de después. Así, cuando el hijarano se dio cuenta, ya había una cantidad considerable, comenzó a darles a los objetos el espacio protagonista que merecen. Lo que fueron «un puñadico de recuerdos» se ha convertido ahora en una colección de los más completa que Ferrer asegura que está dispuesta a enseñar «a todo aquel que quiera venir a apreciarla».
Ahora mismo el despacho del hijarano incluye, entre otros muchos objetos, 260 llaveros, unas 400 figuras, 160 pins, unas 80 chapas. A todo esto se suman, libros, fotografías antiguas, folletos y recuerdos de todo tipo. Aunque en un principio los diferentes objetos provenían de los pueblos de la Ruta del Tambor y Bombo y en los casos más alejados de los pueblos que conforman el Consorcio Nacional, la realidad es que ahora las vitrinas ya están llenas de recuerdos provenientes de todo el país. «Mi familia y mis amigos ya lo saben y cuando se van de vacaciones y ven algo siempre piensan en mi y me lo traen. Si la colección sigue creciendo es en parte gracias a mucha gente que me ayuda», comenta el hijarano.
Además de los regalos de amigos, el museo improvisado se conoce ya en varios puntos de España que también quieren contribuir. «Hemos viajado muchas veces a muchos pueblos del Consorcio Nacional y la realidad es que se hacen amigos y se forjan amistades a las que realmente solo puedes ver esos días y que tu relación se mantiene aunque no podáis veros. Son muchos los que saben que colecciono objetos y pin que saca su cofradía pin que me guarda para poder regalármelo», explica,
Recién llegado de las jornadas nacionales que este 2025 han sido en Moratalla, señala las últimas adquisciones para la colección: un pañuelo que representa a una cofradía del sur y dos pines conmemorativos de estos días que ha disfrutado con familia y amigos.
En los últimos años ha crecido tanto que ya tiene que salir del despacho. Las vitrinas tienen poco espacio para albergar más objetos y las paredes aparecen llenas de marcos con recuerdos, por lo que las escalera de la casa y las paredes del garaje y la bodega son ahora también un espacio perfecto en este caso para carteles anunciadores de todos los pueblos y también los de la propia Ruta, los más antiguos de principios de los 2000 se entremezclan con otros más recientes e incluso una entrevista en un especial de Semana Santa de La COMARCA.
Mientras señala detalles de todos ellos, el hijarano lamenta «no haberlos colocado en un sitio en el que luzcan más. También los instrumentos tienen espacios reservados; los tambores más especiales se guardan en el despacho-museo, los bombos, incluidos el amarillo que tanto caracteriza al hijarano y del que presume orgulloso, esperan su turno colgados en la pared del garaje.
La colección tiene ya prácticamente de todo. Entre los recuerdos que Ferrer guarda con más cariño aparecen unos tamborileros que su propio hijo con latas de Coca Cola, un tambor en miniatura en el que se puede leer «¡vas a ser abuelo!», regalo de su hija o unas peanas en miniatura que el mismo se encargó de montar y decorar y que tienen su propia vitrina en el improvisado museo. Aun así, el espacio más importante está reservado para todos los objetos de los Rosarieros y de la Virgen de las Angustias de Híjar, que cuentan con balda propia y que Ferrer mira con autentica devoción. «Mi padre fue Rosariero,fue el que me inculcó el amor por la Semana Santa y les tengo mucho cariño» , relata visiblemente emocionado. «Mi padre ha sido uno de los fundadores de la Casa del Hijarano y del Cuadro Artístico de Semana Santa. Este último estaba formado por vecinos que interpretaban obras de teatro para comprar los pasos. Él lo vivía todo a tope y yo he intentado hacer lo mismo», recuerda.
Autora : Marina Monreal.
Especial Semana Santa La Comarca.