En el día de hoy , queremos recordar , que por el año 1479 , existio un cementerio judio en Hijar, que se situaba en dirección a Samper de Calanda.
La única noticia que se conoce hasta el momento es que el cementerio judío de Híjar estaba situado en el (antiguo) camino de Samper. Así se deduce de la declaración de mosén Ferrando Rudilla, vicario de la parroquial de Híjar, efectuada el año 1479, en la que manifiesta que andando hacia Samper y en las cercanías del fosar de los judíos, vio a Joan Bach, que se encontraba en dicho fosar.
La costumbre era que el cuerpo de los difuntos se preparase para el sepelio en la casa de la aljama, y después se devolvía a la vivienda familiar. Según el judaísmo, el cadáver es impuro y causa de impureza para quien lo manipula o lo toca, incluyendo las vestiduras que porta y los instrumentos que ha empleado, lo cual obliga a que el encargado de hacerlo deba someterse a ciertos ritos de purificación después de preparar el cuerpo.
No obstante, los cementerios son considerados lugares sagrados, una extensión de la judería. Generalmente, el cuerpo era enterrado sin féretro, solo envuelto en un sudario o mortaja, orientado hacia la salida del sol, con la cabeza ubicada en el oeste geográfico y los pies en el este. Las antiguas tumbas tenían formas variadas y se abrían en tierra no cultivada, porque según los preceptos del judaísmo la inhumación debe hacerse en tierra virgen. Podían ser simples, excavadas en un solo nivel, y en las que el cadáver se coloca directamente sobre el fondo, o escalonadas, con sendas gradas talladas en los laterales, las cuales dejan un hueco en medio que protege el cuerpo de la tierra con que se rellena el hoyo. Por lo general hay un hito visual exterior que indica la ubicación exacta de la tumba.
Eshijar.
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