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jueves, 26 de noviembre de 2020
PASEANDO POR LA HISTORIA : Historia de la construcción de la Ermita del Carmen . Autor : Anonimo , escrito en el año 1956.
Con estas lineas sacadas de los datos adquiridos de unos venerables ancianos hijaranos de aquel entonces, queremos reflejar como, cuando y motivo que les indujo a la construcción de una ermita en honor de la Santisima Virgen del Carmen en esta Villa de Hijar.
Para allá por 1840, dicen fue creada la antiquísima Cofradía de la Virgen del Carmen y que hoy pertenece casi la totalidad de los hijaranos, por un grupo de buenos hijos de Hijar, y que fueron Don José Antonio y Don Alberto Dosset, Don José Monzón, Don Lorenzo Gómez, Don José Temprado, Don Pelayo Marquesan y otros, una vez organizada la Cofradia y sobre 1894 construyeron la Junta que debía regirla entre los fundadores citados, entre la Junta, Organo Supremo, los restantes fundadores y cofrades pertenecientes hicieron una gran labor de movimiento en la nueva Cofradía, cuando no bastante con esto y siempre con el anhelo de honrar más a su Titular creyerón la necesidad de erigir un templo en su honor, por lo que acordarón primeramente levantarlo en el montículo llamado Cabezo de la Orca, frente del de Santa Bárbara, al otro lado de la Carretera Zaragoza, comprobando practicamente que el lugar designado no era lo suficiente amplio par poder construir la obra en cuestión. Pero con el animo de no desvanecer en tal empresa, pronto se decidió después de estudiar las alturas de alrededor de la villa, que el propio por su amplitud, situación, estratégia, visibilidad de los cuatro puntos cardenales y demás cualidades exigibles, las reunia entonces el llamado cabezo del Pino, por el que tenia en un lado del mismo, situado a cosa de un kilometro de la localidad y al oeste de la misma.
En el año 1894, dieron comienzo las primeras obras consistentes en verificar el acceso a la explanada del Cabezo del Pino, que se había nivelado, de un camino amplio, por la parte de la Carretera de Albalate, en aquel entonces camino de Urrea, para la ascensión de los materiales necesarios, el cual termino el día 24 de agosto del mismo año, festividad de San Bartolome, por lo que pensaron edificar un pilar con la efigie del Santo en la pequeña explanada de la curva, cosa que no se sabe por qué motivo no se llevo a cabo.
Terminada esta cuesta, y dispuesta a poder subir el material, se dieron comienzo las primeras obras de la construcción de la ermita, sin los porches laterales, empezando como es natural, por la cimentación, donde fue colocada la primera piedra, la que esculpida una cruz en cada lado de ella y con una botella lacrada conteniendo el documento firmado por sus iniciadores, en el que consta la fecha de la construcción del santuario y motivo que les impulso a realizar tal fin, así como una moneda de pesetón, otra de medio duro y una de duro, todas ellas de plata, situándolo todo ello débajo del pilar de la nave central al lado del Evangelio, donde hoy mismo se encuentra el pulpito.
Siguierón estas obras, hasta que por falta de dinero hubierón de pararse, encontrándose éstas a una altura de metro y medio, tardando unos dos o tres años en reanudar la obra emprendida hasta que por fin dieron terminación ellas, con lo que dio por terminada la construcción de la ermita en honor a la Santisima Virgen del Carmen.
Al mismo tiempo que se estaba levantando el edificio, los domingos y solamente por la mañana, también por prestación personal, se construía el camino que baja directo a la localidad, siendo gratificados sus trabajadores con una libra de pan, una sardina y siete cigarros, por lo que por este motivo le llamaron vulgarmente “ la cuesta de la sardina “, terminándose esta cuesta al mismo tiempo que la ermita.
El día 26 de septiembre de 1901 fue el día conmemorativo de la inauguración de la nueva ermita, pues ya la imagen había sido colocada hacia unos días en el amplísimo edificio. Para esta fiesta, que fue muy concurrida, también se organizo el típico dance, por los jóvenes de la localidad, que de esta manera quisieron festejar a la Virgen y entre los versos que ellos dijeron, esta el que vamos a recitar :
Por este nuevo camino
llamado de la “ sardina “
subiremos cariñosos
hasta el trono de María.
Entre los actos que se celebraron ese día, es digno de hacer destacar las doce misas que en dicho templo se celebrarón a los pies de la Madre de Dios, la primera oficiada por nuestro llorado y querido Mosen Pedro Dosset, la segunda por Don Florencio Jardiel y las siguientes por Don Juan Buj, canónigo fundador y Director del Eco de la Cruz, Don Alfonso Turón Parroco de Urrea de Gaen, Don Joaquin Monzón y Don Modesto Sorribas Laborda, castrenses, Don Pedro Gan, párroco de La Fresneda, Don Andres Ezpeleta y otro sacerdote, además la Misa Mayor Solemne, oficiada por el Sr. Párroco de la Villa, Don Francisco Palacio, siendo interpretada por el orfeón una Misa Pontificial de Don Lorenzo Perosi.
Los porches que adornaban los lados del magnifico edificio fueron construidos sobre los cuatro a cinco años después de la inauguración, y en varias veces, porque por falta de dinero se tuvieron que parar las obras. En el año 1949 se reanudaron nuevamente las obras, que se terminarón en junio del año 1954.
El día 24 de septiembre del año 1954, y con motivo de la subida de la nueva imagen de la Virgen, copia exacta de la que antaño existía, fue celebrada la inauguración de esta reconstrucción.
Autor: Anonimo, en el año 1956.
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