PRIMERA PARTE: EL UNIVERSO ESTACIONARIO
Los días 11 y 12 de Noviembre se publicó en “eshijar” un artículo mío, dividido en 2 partes, titulado: ¿CÓMO SE MUEVEN LAS ESTRELLAS? Resumo lo que decía allí:
Desde hace más de 6.000 años, se sabe que si miramos al cielo, veremos lo siguiente: 1) Todas las estrellas describen círculos completos alrededor de la Estrella Polar en un periodo de 24 horas. (Foto 1).
Foto 1: Todas las estrellas describen círculos alrededor de la Estrella Polar. Dan una vuelta completa cada 24 horas, volviendo a ocupar exactamente el mismo sitio.
2) Hay únicamente 5 estrellas (Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno) que, además de dar una vuelta completa cada 24 horas, no vuelven a ocupar exactamente el mismo sitio en el que estaban la noche anterior, sino que se van desplazando por el firmamento, un poco cada noche. Superponiendo sus posiciones a lo largo de varios meses, siempre a las 12 de la noche, se obtienen curvas como la de la Foto 2, llamadas epicicloides.
Foto 2: Epicicloide que resulta al superponer fotografías de Marte, todas ellas obtenidas a las 12 de la noche, desde octubre de 2011 hasta julio de 2012.
Desde hacía muchos siglos, se creía que la Tierra era un disco plano, totalmente inmóvil en el Centro del Universo, por lo que no se sabía encontrar la verdadera causa del comportamiento de las estrellas. Pero a partir de los descubrimientos de Copérnico (finales del siglo XV), y sobre todo a partir de 1609, año en el que Galileo comenzó a utilizar el telescopio, los científicos se percataron de que esta imagen de Universo era falsa. Su visión de cómo era realmente el Universo cambió.
Se dieron cuenta de que La Tierra es una esfera que gira alrededor del Sol (eso explica la existencia de las 4 estaciones anuales) y de que además gira sobre sí misma alrededor de un eje imaginario que la atraviesa desde el Polo Sur hasta el Polo Norte. Por eso, aunque “nos parece que vemos” a las estrellas girar (Foto 1), en realidad lo que sucede es lo contrario: los que giramos somos nosotros, y las estrellas están inmóviles en el mismo sitio. A la Estrella Polar no la vemos girar porque se da la casualidad de que está situada en un punto del espacio que coincide con el eje de rotación de la Tierra (Fig. 3).
Figura 3
El punto 2) anterior todavía no lo he explicado. ¿Cuál es la razón del comportamiento “anómalo” de los planetas? ¿Por qué uniendo sus posiciones consecutivas a una misma hora de la noche se obtienen curvas epicicloides como la de la Foto 2? Es una historia interesante y curiosa, pero por ahora debo renunciar a explicarla porque nos tenemos que ocupar de otras cosas. Si lo desean, puede ser motivo de otro artículo, más adelante.
De modo que hasta el siglo XX, la imagen que tenían los científicos del Universo, es la siguiente: El Sol es una estrella absolutamente inmóvil, como todas las demás. Cada estrella ocupa una posición determinada en el espacio, siempre la misma. Alrededor del Sol orbitan los 9 planetas conocidos, y se supone que las demás estrellas también es posible que tengan planetas, satélites, etc. Esta imagen se conoce como UNIVERSO ESTACIONARIO, porque en él, las estrellas no se mueven realmente. Otra cosa distinta es que a nosotros, desde el lejano planeta Tierra, “nos parezca” que giran.
A lo largo de los 3 siglos que van desde 1609 hasta 1925, los telescopios fueron mejorando y perfeccionándose continuamente, siendo cada vez mayores en costo y volumen, hasta que a comienzos del siglo XX eran ya excesivamente caros para ser adquiridos por un particular, aunque fuera muy rico. Este proceso ha continuado, y hoy en día los telescopios los tienen que costear entre varios países, porque necesitan mucho personal especializado, buenos accesos, buenas comunicaciones informáticas, etc.
Foto 4: Gran telescopio óptico
En nuestros días, no hay solamente telescopios que reciban información del espacio por medio de la luz (es decir, telescopios ópticos). También hay radiotelescopios, telescopios de microondas, de infrarrojos, de rayos X, de rayos γ, etc. También los hay para detectar partículas elementales provenientes del espacio: especialmente, neutrinos.
Foto 5: Radiotelescopio. Capta ondas de radiofrecuencia procedentes del espacio.
También hay telescopios en órbita, y desde hace tan sólo 3 años, se han conseguido detectar, por primera vez en la historia, las ondas gravitatorias. Su existencia fue predicha por Einstein en 1916, pero ni él ni nadie creía entonces que fuera posible detectarlas alguna vez, por ser extremadamente débiles cuando llegan a nosotros. A quienes lo consiguieron se les concedió el Premio Nobel de Física en 2017.
Foto 6: El telescopio espacial Hubble.
Para quienes no somos astrónomos profesionales, la existencia de estos costosísimos telescopios tiene, una ventaja evidente: Han conseguido muchos descubrimientos, de los cuales, vamos a comentar después los más importantes. Pero también tiene un inconveniente: al ser tan enormemente costosos su construcción y mantenimiento, los minutos de observación están tasados y son carísimos, estando cuidadosamente repartidos entre diversos grupos de investigación, sobre todo de Universidades y otras Instituciones Científicas. No nos está permitido su acceso a los no profesionales.
Por lo tanto, imágenes tan bonitas como las de las Fotos 7 y 8, nunca las podremos observar directamente, sino sólo a través de revistas especializadas, de Internet, etc.
Foto 7: La gran nebulosa de Orion
Con un telescopio portátil, por potente que sea, nos debemos conformar con observar directamente los cráteres de la Luna, el planeta Marte, los anillos de Saturno, algunas de las lunas de Júpiter, algunas nebulosas, etc. Pero con estos telescopios de potencia relativamente modesta, las estrellas se siguen viendo como puntos luminosos, no como algo extenso. Se debe a que están a distancias enormes, casi inconcebibles.
Hay una estrella que a simple vista nos parece que es un punto bastante brillante en el firmamento, llamada Andrómeda. Mirándola con telescopios pequeños, o con prismáticos, se ve como si fuera una pequeña nube brillante. Se le bautizó como “La nebulosa de Andrómeda”, y se creía que era una nube de gas y de polvo. Volvamos ahora al año 1925. El astrónomo Edwin Hubble, usando el gran telescopio del Monte Wilson en EEUU, entonces el más potente que existía, descubrió que Andrómeda en realidad consiste en un conjunto de estrellas, muchos miles y miles de estrellas, relativamente poco separadas entre sí, que giran alrededor de su centro de gravedad.
Se acababa de descubrir la primera Galaxia distinta de La Vía Láctea, que es la que habitamos nosotros. Aunque al principio la mayor parte de la comunidad científica no se lo creía, observaciones posteriores y telescopios aún más potentes lo confirmaron sin ninguna duda. No sólo eso, sino que pronto se descubrieron muchas más galaxias.
Foto 8: La “Estrella” Andrómeda es el objeto más grande que los humanos podemos percibir a simple vista. En realidad es toda una Galaxia, como vemos en esta imagen, muy ampliada por un potente telescopio óptico.
Andrómeda está a una distancia de nada menos que 2 millones y medio de años-luz. Se calcula que contiene alrededor de un billón de estrellas. Con nuestros modernos y mucho más potentes telescopios, hoy se han ido detectando e identificando muchos miles y miles de galaxias más, algunas de ellas bastante más alejadas que Andrómeda.
En 1925, la identificación de una Galaxia distinta de La Vía Láctea (hasta entonces se creía que era la única existente), es decir, de una estructura que contiene muchísimas estrellas en rotación alrededor de su centro, supuso una revolución en las ideas que tenían hasta entonces los astrónomos. Pero estando las galaxias a unas distancias tan enormes, con los telescopios entonces disponibles, era imposible detectar si alguna de ellas cambiaba de posición en el firmamento. En otras palabras, si las galaxias se movían, desde La Tierra, ese movimiento era aún imposible detectarlo.
Por lo tanto, el modelo de Universo aceptado entonces por los astrónomos seguía siendo el del UNIVERSO ESTACIONARIO. Pero pronto iba a cambiar esta concepción del Universo. Lo veremos en la segunda parte de este artículo.
NOTA : Mañana les ofreceremos la segunda y última parte.
Autor : Enrique Garralaga Robres.
Enrique gracias por difundir y hacernos participes de ese universo tan hasta ahora desconocido y que los científicos nos están mostrando. Te animo a seguir y que nos transmitas los conocimientos que van saliendo a la luz.
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